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SALUD AL AIRE LIBRE

Alergias de verano, un mal de época que ataca desde diferentes frentes

La pileta, el sol o los insectos son causantes de este mal que afecta a 3 de cada 10 personas. Qué se debe tener en cuenta.

La vida al aire libre, el mar y las piletas son algunos de los factores que entran en juego durante estos días, época en la cual las reacciones alérgicas aparecen y atacan desde diferentes frentes: los ácaros, el sol, los alimentos, los insectos y hasta la temperatura del agua en la que nadamos. Para muchas personas (cerca del 30% de la población), el verano puede convertirse en disparador de este trastorno frecuente que se manifiesta con estornudos, picazón de nariz, lagrimeo, tos, ronchas en la piel, cuadros gastrointestinales, ataques de asma y, en las formas más severas, shocks anafilácticos que pueden poner en riesgo la vida.
De todos los periodos estacionales, el verano es el último al que se suele asociar mayormente con las alergias. En general se las suele vincular más con el otoño o la primavera. Sin embargo, hay algunos tipos de alergias que en la estación veraniega también se presentan con regularidad debido a la alimentación, los ácaros de polvo en las viviendas de vacaciones y a las actividades que se realizan al aire libre, que incrementan la exposición al sol y a los insectos.
Una de las primeras cuestiones a la que debemos prestarle atención es a la temperatura del agua a la que nos exponemos, dado que durante el período estival aparecen más casos de urticaria y, en particular, de algunas urticarias físicas que se desencadenan frente a un estímulo físico como, por ejemplo, el calor, el frío o la presión. “La urticaria por frío en particular es mucho más severa durante los meses de verano y se manifiesta generalmente con una reacción urticariana, a veces, incluso con pérdida de conocimiento en pacientes que se han expuesto al agua fría en un día de calor¨, apunta Jorge Máspero, director de la Fundación CIDEA (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias).
Otro aspecto a tener en cuenta es la exposición al sol, algo que muchos suelen subestimar y que, al decir de los especialistas, pueden desencadenar en fotoalergias o las fito-fotoalergias, que son reacciones alérgicas que se desencadenan después de una exposición solar.
Las reacciones en piel generadas por el sol, según se explica, se producen habitualmente por el no uso de protector solar, o por la exposición entre las 11 y las 16. Así, aparecen cuadros de urticaria por vasodilatación y eccemas que suelen empeorar si hay exceso de transpiración.


Para Máspero, además, algunos pacientes con alergias cutáneas de base suelen empeorar si sufren quemaduras solares pero también existen, como se dijo, las fotoalergias o las fito-fotoalergias, que son reacciones alérgicas que se desencadenan después de una exposición solar, las cuales muchas veces requieren la colaboración de algún tipo de savia. “Es decir, es muy común que luego del contacto con la savia de la ruda, si la persona se expone a la luz solar, esto le produzca una dermatitis con ampollas que se parece mucho a una quemadura. Ésta es una situación frecuente y no es la ruda la única que puede desencadenarla, por eso merece una llamada de atención para los médicos y los padres”, amplió el especialista.
La alimentación es el tercer factor al cual debemos estar atentos en esta época del año. De acuerdo a lo que apuntan los expertos, el movimiento turístico hacia la costa conlleva, en muchos casos, cambios en el hábito alimentario y la ingesta de algunas comidas que habitualmente no se consumen como, por ejemplo, mariscos, camarones y langostinos que tienen como hecho llamativo que en un porcentaje de pacientes con alergia a ácaros les van a desencadenar reacciones alérgicas, fundamentalmente urticaria y angioedema. Esto se debe a que esos moluscos comparten con los ácaros algunas proteínas, de modo tal que los pacientes con alergias respiratorias al ingerir camarones o langostinos, en muchos casos tienen reacciones alérgicas cutáneas.
Las alergias alimentarias, además, se producen cuando el sistema inmune responde a un determinado alimento en una persona previamente sensibilizada. Los casos aumentan a consecuencias de descuidos: “Es muy importante leer detenidamente los ingredientes de los alimentos que se ingieren, especialmente leche, frutos secos en helados y frutas como melón y kiwi en los postres, sobre todo en personas alérgicas al látex”, sostiene el especialista.
Por último, otro de los grandes desencadenantes de alergias en el verano son los insectos, a cuyo ataque estamos en estos días mucho más expuestos. Al decir de quienes estudian el tema, los insectos responsables de producir reacciones alérgicas más severas por picaduras son las abejas, avispas y hormigas coloradas, que integran el grupo de los himenópteros. En ciertas ocasiones pueden generar también una reacción alérgica generalizada, severa y potencialmente fatal conocida como anafilaxia.
Si eso ocurre se involucran distintos órganos, aparecen ronchas en todo el cuerpo, se hincha la cara, se presenta el edema de glotis y hay nauseas, vómitos, convulsiones, falta de aire, e inclusive shock con presión arterial baja y pérdida de conciencia. Estos cuadros, por supuesto, representan una emergencia médica.

Consejos para prevenir
Cómo evitar las picaduras de insectos
• Permanecer alejado del hábitat de los insectos incluyendo panales y hormigueros
• Evitar las vestimentas con colores vivos y los perfumes intensos porque esto atrae a los insectos al confundirse con flores
• Mantener los alimentos cubiertos hasta consumirlos ya que el olor de la comida atrae a los insectos
• Moverse despacio el estar cerca de insectos voladores
• No intentar espantarlo
• No caminar con pies descalzos ni apoyar el torso desnudo sobre el pasto
• Utilizar repelente

 Claves para cuidarse de la alergia por el polen
• Disminuir las actividades al aire libre durante la mañana debido a que hay una mayor presencia en el aire
• Mantener las puertas y ventanas cerradas en las horas de máxima polinización
• Cerrar las ventanillas del auto
• Utilizar equipos de aire acondicionado con filtros para polen
• Evitar cortar el césped o acostarse sobre él
• No secar la ropa al exterior porque los granos pueden quedar atrapados
• Usar anteojos de sol para disminuir el impacto de los granos en las conjuntivas de los ojos 

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