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BELLEZA

Piernas de diosa

Cera, afeitadora, máquina de depilar, crema depilatoria. La mujer que sufre el exceso de vello sabe lo que es someterse casi a diario a la depilación. Hoy, el láser y la luz pulsada intensa, resultan los métodos más eficaces para terminar con el crecimiento excesivo del vello.
La depilación con láser es un tratamiento médico que requiere un estudio para elegir la potencia y el tiempo de utilización de esta técnica en función de la región a tratar, el color del pelo y de la piel, así como la profundidad del vello y de su calibre.
Hasta 1997, con la llegada de los primeros estudios comparativos que demostraban la eficacia del láser en la depilación, los métodos de depilación tradicionales como la cera caliente o fría, el rasurado o las pinzas ofrecían sólo resultados temporales. Actualmente, está demostrado el éxito del láser ya que ofrece soluciones permanentes y rápidas.
El láser es un dispositivo electrónico que, basado en la emisión inducida, amplifica de manera extraordinaria un haz de luz monocromático y coherente. La depilación por láser no es más que la eliminación del vello por medio de esa energía lumínica.
Antes de aplicar el láser hay que evitar tomar sol, rayos UVA o utilizar autobronceadores un mes antes de iniciar el tratamiento. También se recomienda acudir a la cita sin depilarse la zona a tratar, es imprescindible para que el médico analice el color y el grosor del pelo, pues en función de ello determinará el láser más adecuado.
No se pueden decir con exactitud cuántas sesiones son necesarias. Depende de la zona a tratar, del tipo de piel,  del color del vello y de la fase de crecimiento del vello.
En la mayoría de los casos, en la primera sesión se produce una pérdida del vello entre un diez y un quince por ciento.
Es preciso destacar que el procedimiento está contraindicado en mujeres embarazadas, en pacientes tratados con fármacos fotosensibilizantes.
Durante la sesión se sienten pinchacitos y molestias en forma de quemazón, un dolor leve. Cuando se acaba la sesión, la zona tratada suele presentar eritema –rojeces- y puede persistir hasta dos días después. También puede aparecer algún hematoma. Para calmar esas molestias se recomiendan geles que refresquen como el de aloe vera.
Una vez recibido el láser está prohibido tomar sol y rayas UVA al menos hasta un mes después de la última sesión. Trascurridos 10 ó 15 días de la sesión, el vello se irá cayendo solo, es conveniente hidratar y nutrir muy bien la dermis.
Cabe destacar que en las mujeres las axilas, las ingles y las piernas son las zonas donde el láser resulta más eficaz, mientras que el rostro, la parte superior de los brazos y las manos son más difíciles de acabar con el vello.

 Luz pulsada
La luz pulsada impacta sobre el pigmento que se encuentra en la raíz del pelo eliminándolo. Cada pelo tiene un ciclo caracterizado por una etapa de crecimiento y otra de reposo. El porcentaje de pelos en la etapa de crecimiento varía según la zona entre el 20 y el 80%. La luz pulsada actúa solamente sobre los pelos en crecimiento, y es por ello que se necesitan varias sesiones.
La depilación con luz pulsada se define como  un método de depilación permanente y no definitivo. Esto se debe a que consigue de modo permanente una reducción de la cantidad y grosor de alrededor del 85%. La luz pulsada es uno de los mejores métodos para eliminar el exceso de vello no deseado. Es un tratamiento sencillo, seguro, no doloroso y permanente. Resulta ideal para tratar los pelos encarnados y la foliculitis (granos) de la depilación y el afeitado.
La eficacia del tratamiento dependerá de la zona a tratar y del tipo de vello. Los pelos gruesos y oscuros responden mejor. Por ejemplo, en axilas, cavado o piernas se necesita un promedio de 6 sesiones. El intervalo entre las mismas es variable; de 30 a 45 días.

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