Los versátiles canadienses Arcade Fire brillaron en el cierre de la primera fecha del Lollapalooza, que contó con la presencia demoledora de Nine Inch Nails y el tecno pop de los ingleses de New Order, en el encuentro rockero indie que comenzó el martes en el Hipódromo de San Isidro.
A las 22, y cuando se pensaba que la performance del grupo de Trent Reznor no podría ser igualada, Arcade Fire apareció con sus integrantes ataviados con trajes multicolores al ritmo de "Normal Person", uno de los cortes difusión de Reflector, su última placa.
El sonido de los canadienses fue impecable, lo cual, sumado a la versatilidad de los músicos (en cada tema la mayoría de ellos cambiaba de instrumentos) hizo un juego extraordinario con las imágenes pregrabadas y en vivo que reflejaba la tela gigante que colgaba detrás de los músicos. Arcade Fire es un sexteto, pero a Argentina vinieron, además, dos percusionistas y la violinista-cantante-tecladista Sarah Neufeld, una fija en las giras.
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