Un pueblo habitado por el absurdo

El filme “Por un puñado de pelos”, que dirigió Néstor Montalbano, mezcla realismo mágico, western spaghetti y humor, y tiene como protagonistas a Nicolás Vázquez y al ídolo del fútbol colombiano Carlos “El Pibe” Valderrama.
Tuti es empresario por herencia y piola aunque le chingue el disfraz de metrosexual por voluntad propia, y sufre horrores frente al espejo cuando descubre que su frente se ensancha y no precisamente por su poca o nula inteligencia en los negocios.
Cuando el encargado de edificio en el que vive no puede viajar a sus pagos por el cumpleaños de su abuela, por un sorpresivo paro de transporte, Tuti escucha el relato de que en aquel pueblo el agua de un manantial hace crecer el pelo, y no duda ni un instante ofrecerle llevarlo en su auto.
Sin embargo, el pueblo es pequeño, descolgado del mundo, sin wifi, donde se adora a una especie de Gauchito Gil relacionado con el agua milagrosa y todos viven aferrados a costumbres que parecen sacadas de un relato de Gabriel García Márquez o Juan Rulfo.  En el lugar están los parientes del encargado que vuelve de Buenos Aires, supuestos propietarios de la parcela que incluye el estanque y vecinos variopintos, y también Eliseo, el alcalde, que parece sacado de un culebrón colombiano, del tipo “Pasión de gavilanes”.
El mezcladito de Montalbano, según el relato del actor Damián Dreizik, deviene una comedia desopilante con toques mágicos que incluye un chancho con pelo, otros más o menos dramáticos y una pizca de humor.
Dirección: Néstor Montalbano. Intérpretes: Nicolás Vázquez, Daniel Ferreyra, Carlos “El Pibe” Valderrama, Norma Argentina y Rubén Rada.
Duración: 106’.
Calificación: SAM13.