Nicolás Scarpino ratifica en la comedia “Sé infiel y no mires con quién”, la más taquillera del verano marplatense, el impacto de su presente actoral y asegura que le conmueve “estar cada noche en el teatro Provincial” y cruzarse “con la gente que se queda” a esperarlo y le dice “cosas hermosas”.
En la sala vacía, horas antes de una nueva función de la pieza que encabeza junto a Fabián Gianola y Carolina Papaleo, Scarpino comenta que “acá la gente te espera particularmente y es tremenda la cantidad de público que se queda para decirte ‘me encanta lo que hacés’”. “Uno a veces, desde el lugar de estar adentro de la profesión, se cuestiona lo que hace, pero es la gente la que te marca que hay un camino recorrido del que uno, por suerte, no tiene conciencia”, comenta con inocencia.
A los 41 años y sensibilizado por este presente, repasa que “para mí significa mucho estar en el Provincial porque acá viví muchas cosas siendo espectador”.
La pieza que de miércoles a domingos en la sala sita en Boulevard Marítimo y Las Heras ostenta una vertiginosa estructura coral dirigida por Carlos Olivieri, muestra engaños varios en los que se involucra la pareja animada por Matías Alé-Celina Rucci y en donde participan los personajes encarnados por Betty Vikllar, Alejandro Müller y las curvilíneas Dallys Ferreira y Andrea Ghidone. “Aunque no hay una fórmula que garantice éxito, este tipo de comedia te acerca a la gente y aparece como muy coherente con un 2013 muy popular que pude vivir con ‘La Pelu’”.
Nicolás confiesa que “la profesión me hizo ver cosas que no quiero para mí. El ego no es malo en tanto y en cuanto uno lo tenga controlado, pero el actor es el ego que va adelante y la persona va mucho más atrás”. “Si no controlás el ego –insiste- te puede llevar a lugares bien feos, pero también hay que ponerse firme porque al mostrarte equilibrado también quedás expuesto a cualquier depredador. Pero yo trato de vivir con alegría y de capitalizar y de transformar incluso aquello que no está bueno”.
NICOLÁS ESCARPINO
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