HACE UN AÑO, SE APAGABA LA VIDA DE UNO DE LOS ARTISTAS FUNDAMENTALES DEL ROCK NACIONAL

Spinetta: A un año de su muerte, su arte sigue siendo una canción en el aire

En medio de los recuerdos y la celebración de su arte, la fecha es propicia para repasar la vida y la obra de un músico que atravesó al rock nacional con un estilo único. Respetado por sus pares, su obra es una marca grabada a fuego para las nuevas generaciones

Luis Alberto Spinetta, de cuya muerte se cumple hoy un año, emergió en la escena marginal y oprimida del rock en los 60 y pervivió a su radical transformación con una búsqueda próxima a la vanguardia y guiada por la libertad estética.
Las marcas universales del rock, a veces primitivas en sus formas y armonías, confluyeron en Spinetta con una tradición literaria y una ambición musical en la que podían encontrarse Los Beatles y Astor Piazzolla.
Con ese impulso, y a través de Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Jade y Los Socios del Desierto, Spinetta trazó una parte de historia del rock argentino y persistió a su primera época, caótica y creativa, como a su plácida continuidad tras su incorporación al mercado de consumo.
"El Rock no es solamente una forma determinada de ritmo o melodía. Es el impulso natural de dilucidar, a través de una liberación total, los conocimientos profundos a los cuales, dada la represión, el hombre cualquiera no tiene acceso", escribió en 1973, a modo de un manifiesto y cuando se aprestaba a editar su celebrado álbum Artaud.
La definición quizá no represente a todo aquello que hoy aparece en las bateas bajo el rótulo de "rock nacional", pero sí permite adivinar su actitud como artista.
Spinetta nació el 23 de enero de 1950 en Buenos Aires. Su oído musical comenzó a entrenarse a partir de la influencia de su padre, Luis Santiago, un cantante de tangos amateur. Aquel rasgo tanguero perduró en su música. Su biografía oficial remite a sus 17 años cuando junto con su compañero del secundario Emilio del Güercio (bajo) y también con otros dos alumnos del Instituto San Román, Edelmiro Molinari (guitarra) y Rodolfo García (batería), dio forma a Almendra.
Desde ese momento su obra no tuvo interrupciones, y fue creciendo a la sombra de sí mismo, sin imitaciones, cosechando una enorme producción de diversos formatos.
Su obra lo mantuvo alejado del oportunismo. "La gran desventaja de algunos es hacer música como por obligación: para enriquecerse, o para figurar. A los dos compases sabés qué tipo de trabajo y artista estás oyendo, y ante quién se agacha y para qué", afirmaba.
Falleció el 8 de febrero de 2012 a causa de un cáncer de pulmón que se le había diagnosticado en 2010. En el primer aniversario de su muerte, habrá varios homenajes, pero el mejor será sin dudas el del tarareo entre dientes de Muchacha... por parte de un transeúnte distraído. 

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