El nieto de Nicanor Parra recogió ayer en nombre del poeta chileno el Premio Cevantes 2011 en una ceremonia celebrada en la madrileña Universidad de Alcalá de Henares, acto en el que el príncipe Felipe sustituyó al convaleciente rey Juan Carlos de España.
Parra, de 97 años, no pudo viajar a España para recoger el galardón más importante de las letras en español y fue su nieto Cristobal Ugarte el encargado de hacerlo de manos del heredero del trono español, informa Dpa.
"Don Quijote no cabe en un fin de semana", explicó Ugarte que le había dicho su abuelo pocas horas antes del acto en el que el nieto del "antipoeta" leyó en su nombre una selección de poemas, no el tradicional discurso sobre Miguel de Cervantes y "El Quijote" que leen los galardonados.
Parra pidió una prórroga de "mínimo un año" para escribir un discurso "medianamente plausible", dijo su nieto ante los príncipes Felipe y Letizia, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, entre otros.
Pese a ello, sí hubo alusiones al libro de caballería más conocido en la historia de la literatura en las palabras de agradecimiento por el galardón que transmitió Ugarte: "Los premios son como las `Dulcineas del Toboso`, mientras más pensamos en ellas, más lejanas y enigmáticas", leyó al inicio de su alocución.
Con una vida a mitad de camino entre las tradiciones del campo latinoamericano y la academia anglosajona, Parra tomó las teorías del lenguaje del británico de origen austríaco Ludwig Wittgenstein y las usó para subvertir el español, como décadas atrás lo hiciera el nicaragüense Rubén Darío.
Ataúdes, prostitutas e ironías entraron a formar parte de sus versos, donde exigió clavar las plumas escribanas en las cabezas de los lectores, donde pidió bajar la poesía de su pedestal, de sus rosas decimonónicas, perfectas.
AGRADECIO EL GALARDON DESDE SU HOGAR
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