CABELLO, DE CUBA A LA CIMA DE LA INDUSTRIA MUSICAL
CABELLO, DE CUBA A LA CIMA DE LA INDUSTRIA MUSICAL
FIGURAS

Camila Cabello El cuarto de siglo de la latina que se abre paso con furia en la música y el cine

Hace diez años, era solo una chica tímida que quiso ir a probar suerte a un reality. Desde entonces todo estalló, llegaron ”Havana” y “Cenicienta” y se convirtió en una de las jóvenes más influyentes del mundo.

Es una verdadera historia de Cenicienta: en una industria poco diversa, una chica latina saltó en una década de un programa de telerrealidad a la gran pantalla y al consagración musical absoluta. Esa es la historia de Karla Camila Cabello Estrabao, a quien cuando iba a cumplir 15 años, sus padres le preguntaron qué quería para su fiesta de quinceañera: ella respondió que quería que fuesen con ella a una audición del programa “The X Factor”.

Y el resto es historia, porque el concurso de talentos fue su pasarela al estrellato. Ha pasado una década desde entonces y Camila Cabello llega al cuarto de siglo como una de las figuras latinas del pop. La artista nacida el 3 de marzo de 1997 en Cojímar, un pequeño municipio de pescadores a menos de diez kilómetros de La Habana, en Cuba. Y sus primeros años de vida los pasó entre la isla y México, de donde proviene su padre. A los seis años, su madre le dijo que iban de vacaciones a Disney World, pero el destino del autobús que cogieron era Miami, a donde emigraron. Año y medio más tarde, su padre se unió a ambas.

“No fui consciente entonces, pero ahora sí me doy cuenta”, escribió Cabello en 2017 sobre la experiencia migratoria de sus padres en PopSugar, uno de los portales líderes para mujeres mileniales. “Me doy cuenta de lo aterrador que debe haber sido para ellos”. La cantante recordó cómo a pesar de ser arquitecta en Cuba, su madre trabajó apilando zapatos y cómo estudiaba de noche para aprender inglés. “No puedo ni imaginarme lo frustrante que tuvo que ser para ella haber trabajado toda la vida en arquitectura y que todo se borrase cuando vino aquí”. Su padre comenzó lavando coches y más tarde ambos fueron dueños de una empresa de construcción.

Durante su infancia, Cabello fue una niña tímida. “Y siento que, aunque me empujé muchas veces, me perdí algunas experiencias vitales o no las disfruté tanto como podría haber hecho”, contó al respecto a People en 2019. La cantante dijo que era introspectiva, introvertida y que tenía mucha imaginación. Durante su paso por el colegio comentó que había sido un poco invisible. “Tuve una crianza sin dramas. Pero a veces era un poco aburrido”.

LA PRIMERA VEZ

La primera vez que se presentó a las pruebas para el coro del colegio, la ansiedad le jugó una mala pasada y no entró en el grupo hasta el año siguiente. “Tenía una intensa ansiedad escénica cuando era niña”, dijo a Marie Claire en 2018. Unos años después, en 2012, salió al escenario del programa de talentos “The X Factor”, frente a un auditorio lleno.

“Ni siquiera se suponía que debía hacer la audición”, recordó Simon Cowell, uno de los miembros del jurado del concurso, en The Kelly Clarkson Show. Cabello era reservada y cuando Cowell fue a bastidores a fumar, se la encontró llorando. “Le dije: ‘¿qué te pasa?’. Ella dijo: ‘No me dejan hacer la audición’. Y yo: ‘Bueno, simplemente sal y hazla’. Salió cinco minutos más tarde, increíble”.

En “The X Factor”, Cabello se convirtió en la persona que quería ser. “En las entrevistas, hacía el tonto y estaba segura de mí misma”, dijo a Marie Claire. “Veo vídeos míos desde la primera actuación y estoy parpadeando y señalando. Estaba muriéndome por dentro, literalmente, mis manos temblaban, mi voz era plana. Pero yo estaba como: solo tengo que ir a por ello”.

Se presentó al concurso como solista, pero la experiencia desembocó en la unión de Cabello y cuatro compañeras del espectáculo, Ally Brooke, Normani, Lauren Jauregui y Dinah Jane, en el grupo Fifth Harmony. Cabello decidió abandonarlo a finales de 2016, tras dos discos publicados, y emprender su carrera en solitario.

“Fifth Harmony no era la máxima expresión de mí individualmente”, dijo en 2017 a Seventeen sobre la decisión. A Cabello no le gustaba el pensamiento grupal y las limitaciones de tener que encajar su creatividad con otras cuatro. Además, según publicó Marie Claire, sintió presión para ser sexy de una manera para la que no estaba lista, para seguir en la banda y por tener que preocuparse más de no herir los sentimientos de otras personas que de hacer la mejor música que pudiera.

“Trataba de rebelarme a mi manera y usar jerséis de cuello alto o pantalones, que estaba permitido. Nunca nadie me puso una pistola en la cabeza y me dijo ‘tienes que hacer esto’. Pero definitivamente se estaba moviendo en cierta una dirección y había una mentalidad de grupo, así que tienes que hacerlo”, dijo al medio.

 

EN SOLITARIO

Justo al terminar la gira de “Fifth Harmony”, el 18 de diciembre de 2016 anunciaron oficialmente que Camila abandonaba la formación, y la revista Billboard informó de que la joven se encontraba inmersa en su primer trabajo en solitario. La separación no fue lo que se dice amistosa, pues sus ex compañeras afirmaron en su comunicado que conocieron la decisión a través de los representantes de Cabello, a lo que ella respondió con otro comunicado desmintiéndolo.

Al margen del fuego cruzado, la revista “Time” ya incluía Camila Cabello en la lista de “Los 30 adolescentes más influyentes de 2016”, mientras ella abandonaba el nido en el que su cascarón artístico se había roto, para volar hacia un reencuentro con sus raíces: la música latina.

Pero para poder escuchar los frutos de esas semillas que corrían por sus venas, habría que esperar. 2017 fue un año intenso para Camila. La cantante colaboró con diversos artistas de la talla de Pitbull y J Balvin (con el tema “Hey Ma”, banda sonora de “The Fate and the Furious”); Cashmere Cat (para el tema “Love Incredible”); Grey (con el tema “Crown” para la BSO de “Brigth”, una película de Netflix), o Major Lazer, Travis Scot y Quavo (“Know Better”).

Incluso abrió la gira estadounidense de Bruno Mars y versionó, junto a Juanes, el tema “Quisiera ser” en el homenaje con el que la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación galardoneaba a Alejandro Sanz como personalidad del año.

Y entonces todo estalló: el 3 de agosto de 2017 Camila lanzó dos canciones simultáneamente, “Havana” junto al rapero Young Thug; y «OMG», de nuevo con Quavo. Y, efectivamente, la primera de ellas, esa que ahora todo el mundo conoce, fue la que la joven eligió para promocionar su disco.

Un “single” que, antes del lanzamiento del álbum, lanzó en otra versión con Daddy Yankee el 12 de noviembre. Poco más de un par de semanas después, el 30 de noviembre, Cabello recibió el premio revelación por su carrera como solista en los “Billboard Women in Music”.

Un año después publicó su primer trabajo de estudio, “Camila”. A finales de 2019, vio la luz su segundo álbum, “Romance”, que incluía otro de sus grandes hits, “Señorita”, junto a Shawn Mendes, su pareja de varios años de la que se separó recientemente. El año pasado anunció que estaba trabajando en su próximo disco, “Familia”, que aún está pendiente de publicación.

Pero eso no es toda: de carisma magnético evidente, ya sus videoclips evidenciaban que la cámara la ama. Siguiendo ese amor es que en 2021 hizo su debut en la gran pantalla con la película “Cenicienta”, el comienzo de una carrera en Hollywood para la artista latina. Y pensar que hace apenas una década era una chica tímida que le pedía a sus papás ir a un programa de televisión.

 

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