George Harrison y Bob Dylan
George Harrison y Bob Dylan
EL CONCIERTO POR BANGLADESH, ORGANIZADO POR EL BEATLE GEORGE HARRISON

A 50 años del primer mega evento solidario de la élite del rock mundial

Por pedido del sitarista Ravi Shankar, el “beatle tranquilo” armó el primer mega concierto benéfico de la historia de la música, con las actuaciones de Eric Clapton, Bob Dylan y Ringo Starr. Lennon y McCartney bajaron el pulgar

Aunque no terminó de la mejor manera, en tanto el destino del dinero recaudado fue tema de polémica, el Concierto para Bangladesh, que organizó el beatle George Harrison, cumple mañana 50 años, convertido en el primer recital a beneficio de la historia musical.
El emblemático Madison Square Garden de Nueva York albergó, en dos funciones, este mega evento que reunió a estrellas de la talla de Eric Clapton, Bob Dylan, Jim Kellner, Billy Preston, Leon Russel y, entre otros, Ringo Starr, quienes actuaron bajo una misma causa: recaudar fondos para paliar el hambre y la miseria de los refugiados en la antigua Pakistán del Este, hoy en día Bangladesh.
La idea de realizar este concierto le llegó a Harrison de parte de su amigo, el músico bengalí Ravi Shankar, que había sido una inspiración para The Beatles. Shankar estaba preocupado por la difícil situación que vivía Pakistán del Este, que bajo el liderazgo del movimiento Mukti Bahini, buscaba liberarse de Pakistán Occidental. Para eso, contó con la ayuda de la India, dando lugar a lo que se conoció como la Guerra Indo Pakistaní.
Durante ese conflicto, muchos ciudadanos de Pakistán del Este se refugiaron en India, no sólo debido al desorden político militar sino también por las consecuencias de diferentes desastres naturales que afectaron el territorio causando una verdadera crisis humanitaria.
Ante esta situación, Ravi Shankar le pidió ayuda a Harrison, quien, tras la disolución de The Beatles, no dudó en grabar el sencillo “Bangla Desh” con el que primero intentaron recaudar fondos para esta causa y que originaría, tiempo después, el lanzamiento bajo el sello Apple Records de un EP de Shankar, “Joi Bangla”, que perseguía el mismo fin. Estas dos acciones fueron el puntapié inicial de “The Concert for Bangladesh”, que buscaba recaudar una buena cantidad de dinero para ayudar a la causa. Organizado en apenas cinco semanas, Harrison asumió el reto y comenzó a convocar a amigos y conocidos.
Aunque se encontró con varias puertas cerradas (John Lennon, por ejemplo, se negó a participar porque no se extendió una invitación para Yoko Ono; y Paul McCartney consideró que sería una reunión demasiado pronto tras la disolución del cuarteto de Liverpool en 1969), tuvo varios condimentos especiales.
Eric Clapton aceptó la invitación de Harrison aunque no se encontraba en su mejor momento. El músico apareció en el escenario mientras atravesaba un proceso de desintoxicación por su adicción a la heroína; mientras que Bob Dylan, en tanto, llevaba dos años sin aparecer en vivo -tras el Festival de la Isla de Wight en agosto de 1969- y tras este concierto se tardaría unos tres años más en volver a tocar en vivo.
La apertura artística tuvo una sección de música india a cargo de Ravi Shankar interpretando el sitar en “Bangla Dhun”, acompañado por otros músicos indios. En segundo lugar, el más espiritual de los Beatles hizo su entrada a lo grande al escenario acompañado por su banda.
En su performance, interpretó solo y acompañado ocho reconocidas canciones propias y prestadas: “Wah-Wah”; “My Sweet Lord”; “Awaiting On You All”; “That’s The Way God Planned It” de Billy Preston, interpretada por Billy Preston; “It Don’t Come Easy”, interpretada por Ringo Starr; “Beware of Darkness”; “While My Guitar Gently Weeps” (con Eric Clapton en la guitarra); “Jumpin’ Jack Flash”/”Young Blood” ( de Mick Jagger-Keith Richards/Jerry Leiber-Mike Stoller), interpretada por Leon Russell, con los coros de George Harrison y Don Preston en “Youngblood”; y para el final “Here Comes the Sun”.
Luego fue el turno de Bob Dylan que, con George Harrison en la guitarra, Leon Russell y Klaus Voormann en el bajo y Ringo Starr en la pandereta, interpretó: “A Hard Rain’s a-Gonna Fall”; “It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry”; “Blowin’ in the Wind” y “Just Like a Woman”. Para los bises, el clásico “Something” y, en honor a la causa, “Bangla Desh”.
El evento convocó a 40 mil personas y recaudó una cifra aproximada a los 250 mil dólares pero su destino generó polémica, en tanto, nunca se supo con certeza cuánto había llegado a los refugiados, lo que causó el enojo del mismísimo Harrison. Una versión indica que parte de ese botín fue a parar a una agencia gubernamental como pago de impuestos que no habían realizado los organizadores del evento. Aunque nunca se aclaró del todo qué fue lo que pasó.
A finales de ese mismo año se publicó el álbum “The Concert for Bangladesh” que contenía toda la presentación del recital, que fue un verdadero éxito. Alcanzó el primer puesto en la lista de discos más vendidos del Reino Unido y la segunda posición en la lista estadounidense Billboard 200 y ganó el Grammy al álbum del año en 1973.
Un año después, el concierto se convirtió en un documental que, además del evento, incluye material sobre cómo se gestó el espectáculo en el que se muestra cómo Harrison se puso al hombro la organización, haciendo las llamadas y buscando él mismo el lugar.
En octubre de 2005, Apple Corps. reeditó el concierto en CD y DVD y, de alguna forma, el legado de Harrison, que había fallecido en 2001, terminó de cerrar la causa benéfica de su histórico concierto, en tanto el dinero recaudado, por pedido de la fundación que lleva su nombre, se donó a UNICEF.
Además de aparecer en algunos episodios de Los Simpson, el Conciertopara Bangladesh, que se puede encontrar completo y en fragmentos en plataformas como YouTube o Vimeo, ocupa una parte importante del elogiado documental “1971. El año en que la música cambió todo” que se puede ver en Apple TV+.
Uno de los momentos definitorios para la espiritualidad de Harrison fue conocer en Estados Unidos a los Hare Krishnas, movimiento religioso basado en el hinduismo, que marcó su vida y su obra hasta el final de sus días. No en vano, uno de sus mayores éxitos musicales, “My Sweet Lord”, es una composición con la que trató de vincular el “Aleluya” cristiano con los cantos Hare Krishna y las oraciones védicas, en una llamada contra el sectarismo religioso

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