Pablo Santillán contó su historia de vida y eligió al team Mau y Ricky
Pablo Santillán contó su historia de vida y eligió al team Mau y Ricky
CONMOVER Y ENTRETENER

En miras de una nueva TV, que busca emocionar a la audiencia

Con una mezcla de canto y de testimonios de vida, “La Voz Argentina”, que supera los 20 puntos de rating desde su estreno, cautiva al público sin escándalos. Tinelli tomó nota y empezó a copiar la receta

En su emisión del jueves, “La Voz Argentina” promedió 24.3 puntos, convirtiéndose en lo más visto de la jornada con una marca que fue la segunda más alta desde su debut. Sin dudas, el talent show de Telefe se perfila como el gran nuevo éxito de la televisión con un combo que, además de música, propone historias conmovedoras de participantes “anónimos” que llegan al corazón de los telespectadores.

A menos de una semana de aire, “La Voz” ha mostrado las audiciones a ciegas de gran cantidad de cantantes que buscan un lugar en el certamen que tiene como jurados a Lali Espósito, Soledad Pastorutti, Ricardo Montaner y el dúo Mau & Ricky. Aunque para algunos se trata de una de las ediciones más inclusivas, al mostrar artistas de diferentes realidades y condiciones sociales, para otros se trata de una gran apuesta al golpe bajo.

El domingo, por ejemplo, en el segundo envío del talent show, hubo un joven que con su historia de vida conmovió no sólo al jurado sino a gran parte del país.
Francisco Benítez, un cordobés de 22 años, contó el drama que padeció por sus problemas de tartamudez, revelando que llegó a pensar en “no querer estar más en este mundo”. Sin embargo, gracias a la ayuda de su familia, de su novia Rocío y de la música, logró salir adelante. “Sufro de tartamudez desde los seis años, me costó un poco seguir con la vida y lo que me salvó fue cantar. Lo que no puedo decir, lo canto con el corazón para que le llegue a la gente”, reveló el joven, un relato que causó el llanto de Lali Espósito y La Sole, quien tras la puja con sus compañeros logró quedarse con Francisco.

Pero no fue el único. En el debut, había conmovido la historia de Sol Llobet, una joven oriunda de Bariloche. “Canto desde que tengo memoria. Mi papá tocaba mucho la guitarra, era músico, pero se dedicaba a ser piloto. Empecé a cantar con él. Cantábamos en casa, cuando él siempre tocaba la guitarra y yo me acercaba. Fue difícil porque cuando yo tenía 6 años mi papá falleció en un accidente junto con un hermanito mío”, había contado en la previa a su audición a ciegas en la que deslumbró con su voz. Sol se sumó al equipo de Lali. Brian De Paula, un joven que de chico sufrió de alopecia y tuvo que enfrentar situaciones de bullying, logró conmover con su historia, sin embargo, su voz no logró convencer al jurado. En las redes, había reclamos: “sufro cuando nadie se da vuelta”, “me hace mal”, “no puedo seguir viendo”.

Agustina Vita, la tucumana que quedó en el equipo de Montaner, llegó a esta edición por la revancha: según contó, un día antes de presentarse a la edición anterior, se quedó sin voz . Además, reveló que el día que la llamaron para avisarle que había quedado en el casting, se enteró que estaba embarazada (de un procedimiento de fertilización in vitro) pero reveló que lo perdió. Entre lágrimas, le dedicó la actuación que estaba por hacer a su abuela, que “ya no está entre nosotros”.
Luz Gaggi, oriunda de City Bell, contó su historia desde la República de los Niños. Esta joven, que se sumó al equipo de Mau & Ricky Montaner, conmocionó al revelar que, de niña, soñaba con bailar y, de hecho, lo hizo hasta los nueve años cuando un accidente le arrebató sus sueños dancísticos porque por mucho tiempo no pudo caminar. Su papá contó que sufrió epifisiolisis, “un accidente que desplaza la cabeza del fémur”, lo que la familia sintió como “una trompada”, en tanto, fue difícil poder ver cómo una nena “que vivía saltando, de pronto estaba en silla de ruedas”. Pero Luz, que dijo que una de las cosas que más le costó enfrentar fue “tratar de entender la curiosidad de la gente”, siguió conectada con el arte: sin poder bailar, se encontró con que cantando podía expresarse de manera parecida y así, tras un recorrido por el universo de la canción, llegó a “La Voz”. Cabe destacar que hay otro participante de La Plata, que también contó su historia, mientras se mostraban imágenes de la Ciudad. El joven Franco Maceroni, de 18 años, estudia medicina y sus padres son doctores y él eligió cantar. Los 4 coaches se dieron vuelta en su audición, pero él se fue con el “team Lali”

Otra historia que conmovió a la audiencia y a los jurados fue la de Pablo Santillán que audicionó el miércoles pasado. El joven de 32 años, de la localidad de San Fernando (provincia de Buenos Aires) sufre una enfermedad en la médula que le impide caminar (“fístula dural”, precisó) y fue criado por su abuela, debido a un evento fatídico: “Mi mamá falleció cuando nací yo.Mi abuela tenía una guitarra escondida en su ropero. Yo un día revisando la encontré y se la pedí, pero me dijo que no la podía ni tocar”, comenzó a contar, para luego añadir: “A los 16 años, en mi cumpleaños me la regaló. Mi mamá de chica había querido estudiar guitarra pero, por los quehaceres, el trabajo y la falta de tiempo, no pudo seguir”. Emocionado, Pablo confesó “Estoy en La Voz Argentina cumpliendo el sueño que mi madre no pudo cumplir” y se fue con el dúo Mau y Ricky, de quiénes se declaró fanático.

Tinelli también
Acusando recibo de que la emoción es lo que pega incluso mucho más que el escándalo, Tinelli, que batalla por revertir los bajos registros de audiencia desde la pantalla de El Trece, sacó del primer plano a los famosos y le dio protagonismo a sus bailarines.
Tras algunas galas de improvisación, en donde propuso un juego de apuestas de talento, tomó como “pollo” a Jony Lazarte, el compañero de Ángela Leiva, y le empezó a buscar contrincantes. A este desafío, Marce le fue regalando más y más minutos hasta que el martes subió la apuesta con un duelo folclórico que tuvo “sorpresas” para los participantes. Jony, de un lado, y Tito Díaz, el bailarín de Viviana Saccone del otro, se convirtieron sin pensarlo en los grandes protagonistas de “La Academia”.
Es que Tinelli, tras mandarlos a cambiar para el duelo, le contó al público cómo la producción iba a sorprender a los bailarines poniéndoles al aire no sólo conmovedores videos de sus familiares sino también llevándoles de sorpresa al piso a algunos de ellos.
Con los bailarines en la pista, llegó el turno de la demostración de talento de Jony pero, antes de bailar, pusieron al aire el video en el que, entre fotos y recuerdos familiares, sus padres y sus hermanas hablan de los sacrificios del joven para llegar a estar donde está hoy en día. Pero la emoción más fuerte llegó cuando, en las pantallas, aparecieron las imágenes de su abuela, casi una madre para Jony, y que murió hace poco.
Con este cambio de dirección, alejado un poco del escándalo y apuntando a la emoción, Marce logró un respiro tras semanas de malas noticias con respecto al rating: el martes promedió 10.7 puntos (con un pico de 12), convirtiéndose en la emisión más alta del ciclo en lo que va del mes de junio, además de lo cuarto más visto del día. Por eso, según él mismo anunció, lo que seguirán serán más sorpresas y emociones.

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