Isabell II
Los secretos de la longevidad de la reina.
ESPECTÁCULOS

Los tips de Isabel II para estar tan saludable: nada de sol, caminatas diarias y cremas no muy caras

Los hábitos de la reina que la mantienen con vitalidad a los 94 años serán plasmados en un nuevo libro.

La expresión “vivir como una reina” puede asociarse a la opulencia y exquisito modo de vida del que presumen aquellos que tienen de todo. Pero en el caso de Isabel II se equivocan. No es que la reina más longeva de la historia no viva entre privilegios, sino que la monarca británica no hace gala de grandes ostentaciones en su día a día. Al menos así lo asegura el experto en monarquías Bryan Kozlowski en su nuevo libro Larga vida a la Reina: 23 reglas para vivir como la monarca reinante más longeva de Gran Bretaña, donde revela los hábitos de que hacen que, a los 94 años, mantenga una magnífica salud y forma física.

Tal es su buen estado que, según algunos medios británicos, la reina y su marido, Felipe de Edimburgo, serán de los primeros en recibir la vacuna contra el coronavirus aprobada por el Gobierno británico que comenzó a distribuirse este martes. Algo que no se sabrá hasta después de vacunarse pero cuya decisión significa un apoyo público contra el movimiento antivacunas. “Envejeció increíblemente bien y es el paradigma de la salud y el bienestar”, reconoció Kozlowski a New York Post después de explorar los secretos que esconde la longevidad de Isabel II.

Parte de ese buen envejecer se lo debe al ejercicio casi a diario que realiza entre las caminatas rápidas junto a sus corgis y los paseos a caballo. Según Kozlowski, Isabel II huye del sol y se mantuvo así durante décadas. Algo que no es extraño si se tiene en cuenta que su lugar de vacaciones se encuentra lejos de la Escocia tropical, en el Castillo de Balmoral. En cuanto a su ritual de belleza, el autor afirma que la nonagenaria apenas usa maquillaje y utiliza cremas que no son excesivamente caras, como productos de Cyclax o la hidratante Milk of Roses.

En cuanto a su alimentación, Kozlowski relaciona sus hábitos alimenticios a la experiencia de racionamiento que, como muchos de su generación, vivieron durante la Segunda Guerra Mundial. Según el experto, la reina Isabel prefiere comidas sencillas. El ritual favorito de la monarca es un té con sándwiches y bollos. “Ella toma siempre la porción más pequeña de la torta. Como suelen aconsejar los nutricionistas, debe darse permiso para comer dulces de manera ocasional”, apunta en su libro. En lo que respecta al alcohol, ya es de sobra conocida la afición de la reina por la ginebra —bebida que incluso comercializa—, el champagne y el Martini, algo que Kozlowski corrobora en su texto.

En agosto de 2017, Darren McGradi, cocinero en Buckingham durante 11 años, reveló en una entrevista con Vanity Fair que Isabel II tomaba cuatro bebidas alcohólicas al día, una práctica muy similar a la de su progenitora, la reina madre. Según el chef de la realeza británica, en el menú de Isabel II se incluía una ginebra con Dubonnet, rodaja de limón y mucho hielo antes del almuerzo. Un dry Martini para acompañar sus comidas, que terminan casi siempre con una onza de chocolate y una copa de vino. Y antes de irse a la cama no puede faltar una copa de champagne. “Los psicólogos la llamarían una bebedora autotrascendente, pero ella no dejará que el alcohol interfiera en su propósito”, añade Kozlowski sobre el interés de Isabel II de reinar por encima de todo.

 

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