Las últimas semanas fueron de lo más escandalosas para Lola Latorre. Luego de la polémica que se generó luego de sus comentarios sobre los "temblores" de Nacha Guevara, la modelo se contagió coronavirus y tras cumplir el aislamiento fue aprehendida por la policía en una fiesta clandestina en Mercedes, motivo por el cual recibió una suspensión de quince días en "Cantando 2020". Y en su regreso a la pista, Nacha decidió ignorarla y se refirió a la joven como "un caso perdido". En consecuencia, la hija de Diego y Yanina Latorre decidió renunciar y, tras varios días de estar alejada de los medios, rompió el silencio.
"Sé que cuando Nacha dijo lo del caso perdido no hablaba de una relación, se refirió a mí, pero no quiero hablar con ella porque no la conozco", empezó la modelo en referencia a las declaraciones de Guevara, que tras su renuncia aseguró que no se refería a Lola como persona, sino a la relación entre ellas.
"Entendí clarísimo cuando dijo yo no hablo con gente que es un caso perdido. Yo soy muy respetuosa y me pareció una falta de respeto que no me saludara y más que sin conocerse se refiera a mí de esa manera. No aguantaba más, fue la gota que rebalsó el vaso".
Y cuándo Ángel De Brito le preguntó si había valido la pena que renunciara por un comentario de un miembro del jurado, respondió: "Esto no fue por un jurado, sino que desde que pasó lo de mi comentario sobre Nacha sentí como una mala vibra y la empecé a pasar mal y dije: '¿Por qué voy a seguir si la paso mal?'. Hay un límite. Cuando acumulás cosas un mínimo comentario te cae mal".
Además contó que su equipo, conformado por Lucas Spadafora y la coach Nati Cociuffo, la apoyó en su decisión desde el principio y que de sus compañeros de certamen solo Cinthia Fernández se comunicó con ella para solidarizarse con el mal momento que pasó en el concurso. "La producción también me apoyó, porque les dije lo que sentía hace dos meses", cerró la joven.
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