Luis Brandoni
CINE

Luis Brandoni: "Campanella es alguien que conoce muy bien el oficio de dirigir"

En la comedia negra inspirada en “Los muchachos de antes no usaban arsénico”, cuyo elenco encabeza Graciela Borges, a Brandoni le toca ser Pedro de Córdova, su esposo, actor mediocre y pintor frustrado.

Después de escasa actividad en la pantalla grande por más de una década, todo pareció cambiar en la vida de Luis Brandoni cuando en agosto de 2017 le tocó encarnar en la pantalla chica al memorable Marcelo “Chelo” Esculapio Ghio en “Un gallo para Esculapio”, y ahora estrena en la pantalla grande “El cuento de las comadrejas”.
Quien lo convocó es Juan José Campanella, el director ganador de un Oscar que ya había contado con él en televisión con “El hombre de tu vida”, y en teatro, con “Parque Lezama”, que fue el debut del cineasta como teatrista y el principio de una relación que ahora tiene como fruto uno de sus papeles para sacarse el sombrero terriblemente tarde.
En la comedia negra inspirada en “Los muchachos de antes no usaban arsénico”, de su maestro José Martínez Suárez y Gius, cuyo elenco encabeza Graciela Borges como una veterana actriz que vive con tres hombres de sus viejos tiempos, a Brandoni le toca ser Pedro de Córdova, su esposo, actor mediocre y pintor frustrado.
Brandoni estrenó en 2018 “Mi obra maestra”, de Gastón Duprat, y este año “4X4”, de Mariano Cohn, en la que encarna a un policía retirado experto en mediaciones, que en el final de la película hace su espectacular entrada y consigue dar emoción desde las tripas, cuando el desastre está a punto de estallar en un callejón porteño.

- Está sucesión de películas habla de tu vuelta al cine...
- Luis Brandoni: Sí, porque tuve muchísimo tiempo sin filmar. Entre 2003 y 2017 no filmé nada. Se hicieron nada más que 2.000 películas y yo hice 4. No estaba en tipo supongo yo… habrá sido por eso. Después se dio ese encuentro maravilloso con Duprat y después con Cohn, posteriormente esta película y para agosto tengo el estreno de “La odisea de los giles”, de Sebastián Borensztein, con (Ricardo) Darín como protagonista. Felizmente después de muchos años de no hacer cine o papeles secundarios, que era el destino de gente de mi edad, tuve suerte y aparecieron estos personajes muy distintos, que es lo atractivo de ser actor.

- La historia de Mara, el personaje de Borges y el tuyo son claves…
-LB: La relación que tienen ambos en la historia es muy linda y ella está fantásticamente bien. Juan me tenía guardado este papel. Me conocía muy bien por las 800 funciones de “Parque Lezama”, que en agosto estrenaremos en Madrid.]

- ¿Hay diferencia de trabajar con Juan en el teatro o en el cine?
LB: La diferencias son técnicas, de herramientas. Para él “Parque…” fue su primera experiencia y le pareció maravilloso porque en teatro todo es mucho más vertiginoso. Un día nos preguntó cuánto tiempo había pasado de que comenzamos a ensayar y cuando le dijimos dos meses exclamó: “Pero esto es un spa!”. Me llevo muy bien con él, es un gran director, sin posturas. Campanella es alguien que conoce muy bien el oficio de dirigir, es de los que saben lo que quieren y con esta película lo vuelve a demostrar.

- Medio siglo de teatro, cine y televisión... ¿en cuál de los tres te sentís más cómodo?
LB: En teatro, sin lugar a dudas. Primero porque es la única rama en la profesión en la que vos sabés qué es lo que pasa con tu trabajo, porque no hay mediación ni postergación. Con esta película seguramente mucha gente por la calle me va a parar y me va hablar, y otra me va a llamar para comentarme algo, pero qué pasó en la función en que la vio, yo no lo voy a saber. Eso tiene precio.

- Pero el teatro tiene el tema de la repetición una y otra vez…
LB: Nunca una función se parece a la otra, nunca son las mismas. Una de las tantas veces que me preguntaron lo mismo si “…no te aburrís de hacer siempre lo mismo todos los días”, me vino a la mente una idea que puede ser bastante gráfica. Toma una página en blanco, vos solito, sin que nadie te moleste y repetila una y otra vez: nunca te va a salir igual. Trata de ver si son iguales y nunca lo son. Imaginate eso mismo en una obra de teatro, con más o menos gente, mejor humor o peor humor

- En esta película te reencontrás con Oscar Martínez, 45 años después de “La tregua”…
LB: Recuerdo muy bien aquello. Un viernes de marzo de 1974 terminé de filmar “La Patagonia rebelde”, de (Héctor) Olivera, y el lunes comencé con “La tregua”, de (Sergio) Renán. Eramos los hijos de (Héctor) Alterio, el protagonista. ¡Cómo no me voy a acordar de aquello!.