DE ENTREVISTADOR A ENTREVISTADO

Jorge Rial y el otro lado de los chismes

En una declaración a corazón abierto, el periodista contó historias de vida que nunca había revelado.

Jorge Rial se transformó en un ícono del periodismo argentino, que se caracteriza por sacarle el jugo a los famosos con sus incisivas preguntas. Ahora le tocó estar del otro lado: ser él quien cuente la parte más dura de su vida. En una entrevista a fondo con la revista Pronto, el Intruso abrió las puertas de la casona que alquila en Villa Carlos Paz, y que comparte con su novia Mariana Antoniale y sus hijas Morena y Rocío, para hablar de su infancia en Munro con episodios de violencia, la relación con Loly y las ganas de ser padres, los problemas médicos de Morena, los detalles del proceso de adopción de sus hijas, la tentación de estar con otras mujeres, el sexo, su enfrentamiento con Silvia D´Auro, y muchísimo más.
“Silvia, antes de bañar a Morena, a los 6 años, la empujó contra la bañera y ella se golpeó la vagina fuerte. Supe lo del golpe, pero pensé que había sido sólo eso. Silvia me decía que se había caído, jamás imaginé que podía llegar a golpearla de esa manera. Después, Morena se lo contó a Mariana, y ella a mí. Me enteré hace poco. De muchas cosas me enteré ahora”, reveló Rial sobre su ex, y también compartió la historia de la adopción de sus hijas y de la salud de Morena.
“Sufre obesidad y resistencia a la insulina”, contó, y reveló que en el colegio le hicieron bullying, “por eso ahora las cambio a una escuela pública. Tengo ganas de que tengan un toque de realidad”.
Por último, se refirió a su dura infancia en Munro: “En la esquina de Alvear y Francia, en Munro, mi viejo puso un almacén y yo a la noche dormía ahí. Teníamos una sola pieza, donde dormían mis viejos, el comedor, un patio y a la noche a mí me desplegaban una cama en el almacén. Mi vieja me azotaba con la manguera o con el cinto. A veces, se le iba la mano. Un día, me revoleó un sachet de lavandina, que me pegó en la cara y me explotó. Tragué lavandina pura, me intoxiqué y quedé una semana internado”, confesó.