El modelo actual de belleza está íntimamente relacionado con una mujer joven, casi adolescente, y vinculado al éxito personal. Las encuestas dicen que una mujer guapa tiene más oportunidades a lo largo de su vida.
"Precisamente esa es la razón por la que hoy existan tanta preocupación y ocupación por cuidar el aspecto físico. La mayoría de las mujeres miman su piel todo los días para mejorarla", explica Pedro Jaén, dermatólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. "La limpieza, la protección solar, la hidratación con productos que contenga vitamina C, para el día, y antioxidantes, por la noche, además de sonreír y tomar de vez en cuando chocolate puro y una copa de buen vino son las claves para una belleza sostenida", asegura el médico.
Los pilares de la belleza
Aunque muchas mujeres no presten demasiada atención a retirar los restos de maquillaje, polución y grasa de la piel, la limpieza es el pilar fundamental de la belleza. El gesto de limpiar el rostro por la mañana y por la noche es imprescindible para lucir lozanía en la cara y prolongar su belleza.
Un tremendo error es acostarse sin limpiar el rostro, pues es en la madrugada cuando se activa la microcirculación, se dinamiza el drenaje y se aumenta la actividad intercelular.
Con texturas placenteras y camaleónicas, la nueva generación de limpiadoras se esfuerza por proteger y reforzar el ecosistema natural de la dermis. Extractos de flores y plantas, té blanco, grosella o cristal de Iris son algunos de los ingredientes que se incluyen en ellas. Tan importante es elegir una crema o loción limpiadora como una hidratante, y ambas deben ajustarse a las necesidades de la piel.
Las últimas espumas que arrastran la suciedad y retiran las impurezas más incrustadas incluyen en sus fórmulas el plus antienvejecimiento.
Emulsiones fluidas, cremas para retirar con agua, aceites para disolver los componentes grasos de los maquillajes, espumas enriquecidas con glicerinas, geles que emulsionan con el agua o pastillas de jabón son algunas de las texturas que existen en las limpiadoras actuales.
Cuando la piel despierta necesita, además de limpiar, hidratar. Es el momento de aportar alimento y antioxidantes a la dermis como los flavonoides ,y las vitaminas C o E , para maximizar los mecanismos de defensa y protegerla de los factores ambientales, la contaminación, el sol y el estrés.
Inspirados en la medicina estética, las nuevas hidratantes incluyen en su elaboración efectos de relleno. Así surgen algunas con los beneficios del botox para relajar los músculos y planchar las arrugas.
Otras recurren al ácido hialurónico para rellenar los surcos y las más sofisticadas dibujan una malla sobre el rostro para sustentar la piel.
A partir de los 50 años, los cambios hormonales acelerar el deterioro de la piel y el envejecimiento se precipita, dando lugar a la flacidez y a los desplazamientos de volúmenes.
La cosmética para pieles maduras está formulada para frenar los surcos. Hay firmas que tienen en el mercado cremas con una textura ligera que favorece la regeneración de la piel, además de aportarle tonicidad y revitalización.
Los dermatólogos advierten que las exposiciones al son sin protección alguna, además de perjudicar seriamente la salud, provocan arrugas prematuras, manchas pigmentarias o una galopante flacidez, eso sin contar las quemaduras en la dermis ni el cáncer de piel.
Los esteticistas recomiendan, después de limpiar y tonificar la piel, "aplicar una hidratante con factor de protección solar.
A continuación una ligera base de maquillaje a modo de barrera protectora de la dermis".
Otras claves
Destinados a revitalizar la piel, los aceites, también llamados "serums", son fórmulas concentradas, ricas en principios activos que ayudan a reparar la piel y solventar problemas puntuales como la deshidratación, los signos de fatiga, el estrés o la pérdida de luminosidad.
Con el paso del tiempo, los malos hábitos y la contaminación ambiental, las toxinas se acumulan en la piel y, poco a poco, van asfixiándola y acelerando su deterioro.
El uso de exfoliantes, que arrastra las células muertas y la suciedad, permite refinar la textura de la piel y facilitar la penetración de los tratamientos hidratantes y antienvejecimiento.
Si en las pieles jóvenes, la exfoliación es muy beneficiosa, en las maduras es una necesidad vital. Tras la exfoliación, la dermis disfruta de una dulce sensación de calma y paz.
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