El ayuntamiento de París, una de las ciudades turísticamente más románticas del mundo, anunció ayer que retirará los llamados "candados del amor", cerrojos dejados por los enamorados en la barandas de sus puentes. El peso de los candados ha ocasionado caídas de personas y el desplome de algunas barandas.
Los candados se guindan a puentes, estatuas, vallas o monumentos por parte de parejas e individuos como un gesto simbólico de amor. Según una página del ayuntamiento, pudieron haberse iniciado en China, otras versiones apuntan a Roma o Florencia, Italia.
En París, la costumbre arrancó en el 2008 y se ha extendido a por lo menos otros seis puentes a través del Sena, y también apareció en otras partes de París.
En lugar de esta práctica, el ayuntamiento lanzó la campaña lovewithoutlocks.paris.fr, en la que los enamorados deben tomarse fotos (o sea un "selfie") y subirlo en la página oficial de la ciudad como alternativa a estas colgaduras. <
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