Según los resultados de un estudio publicado en la edición digital de American Journal of Cardiology, las personas con VIH que experimentan un infarto de miocardio presentarían una mortalidad superior a la apreciada entre aquellas no infectadas. Además, en dicho estudio también se advirtió que el número de intervenciones de seguimiento tras el episodio de infarto era significativamente inferior en personas con VIH.
Para comparar el pronóstico, tras un infarto agudo de miocardio, de personas con VIH con el de aquellas no infectadas por el virus, un equipo estadounidense de investigadores evaluó la mortalidad asociada al infarto en un grupo de participantes, incluidos en un amplio registro médico de EEUU conocido como Nationwide Impatient Sample (Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados), que sufrieron infarto agudo de miocardio entre 1997 y 2006.
El grupo de participantes con VIH era significativamente más joven que el de personas seronegativas (48 y 54 años, de forma respectiva). La composición étnica también difería entre ambos grupos. Así, en el grupo con VIH los blancos representaban el 50% de los participantes y los negros el 35%. En el grupo de personas sin VIH, por su parte, dichos porcentajes fueron del 77 y el 11%, respectivamente. Por otra parte, el porcentaje de hombres fue del 72% en el grupo sin VIH y del 85% en el grupo de personas seropositivas.
Tras ajustar los resultados en función de la edad, el género, la etnia, las comorbilidades, el tipo de hospital y el número de procedimientos hospitalarios a los que fue sometido el participante, el riesgo de morir durante la hospitalización por infarto agudo de miocardio fue superior en un 38% en el grupo de personas con VIH al compararlo con el experimentado por personas seronegativas.
Seleccione Edición
COMENTARIOS