EL GENIAL PIANISTA DE JAZZ SE RODEO DE AMIGOS EN EL NUEVO MATERIAL

Nicolás Guerschberg presenta su nueva placa, "Encuentro"

Integrante del sexteto de jazz Escalandrum y del quinteto de tango La Camorra, ahora se unió en la grabación a los dos tríos que lo acompañan hace ya un largo tiempo.

El pianista de jazz Nicolás Guerschberg acaba de editar Encuentro, un disco que lo revela en plena etapa de madurez creativa y que en el formato del piano trío da cuenta también de una refinada aptitud interpretativa.
Compositor e integrante del sexteto de jazz Escalandrum y del quinteto de tango La Camorra, Guerschberg estará presentando Encuentro esta noche en el porteño Café Vinilo con los dos tríos que lo acompañaron en la grabación, uno integrado por Daniel "Pipi" Piazzolla y Mariano Sívori y otro compuesto por Leandro Savelón y Juan Pablo Navarro.
"Este es un material en el que hay una búsqueda más concreta en las formas, antes que un disco con una escritura excesiva es un disco más de tocar", afirma Guerschberg a Télam sobre el material.
Encuentro cuenta con cuatro composiciones propias creadas especialmente por Guerschberg para el formato de piano trío ("XXI", "La base está", "Nela" y "Encuentro") y temas propios escritos para otros formatos ("Desiderata" y "Nocturno") reversionados bajo el formato de piano, contrabajo y batería.
Además incluye una antológica versión de "Los dinosaurios", de Charly García, y otra, también notable, de "Cuando tú no estás", de Carlos Gardel.
"Lo que más me gusta de tocar en trío es que hay una comunicación constante entre los músicos, es como el triángulo sonoro perfecto, por eso todo el desarrollo del disco tiende a un estilo más bien clásico en lo armónico que mantiene la línea de la melodía, ya sea en los temas propios como en las versiones, apuntando, antes que nada, a una comunicación bien directa", cuenta Guerschberg sobre la intenciones de este segundo trabajo solista.
Grabado en una sola sesión de más de 12 horas el 18 de diciembre pasado, Encuentro surge de "la necesidad de dejar registrado ese momento compositivo e interpretativo del trío", asegura.
"Venía de un año bastante agitado, con muchas fechas, escribiendo mucho y probando distintas cosas y me pareció que estaba en el momento justo de entrar a grabar, más teniendo en cuenta que aún tocando mucho en el formato de trío nunca había grabado material con ese tipo de formación", remarca el pianista.
Por otra parte y hablando sobre la decisión de tocar con dos tríos distintos, Guerschberg señala que sucedió porque "venía tocando con los dos por cuestiones de agenda y me gustaba que la música se iba para distintos lados con uno y con otro".
"Con Mariano (Sívori) y con Pipi (Piazzolla), con los que toco hace 10 años en Escalandrum, tenemos una base muy sólida y 'groovera' que establece una fuerte comunicación rítmica, mientras que con Juan Pablo (Navarro) y Leandro (Savelón) hay un acercamiento más intimista, es como más colorístico, y quería que las dos texturas estuvieran en el disco", cuenta.
Músico de las nuevas generaciones del tango y del jazz, Guerschberg señala que "el desafío es que lo compositivo y la forma de tocarlo tamice en algo coherente y propio".
"Para mí –señala– es fundamental un sonido argentino propio sin acentua-ciones, algo que vaya dejando su marca en el fraseo o el lenguaje sin hacerse notar en exceso".
El músico, que en el último Festival de Tango de Buenos Aires presentó una suite para quinteto y dirigió el Homenaje a Canaro, estableciendo los arreglos y poniéndose al frente de la orquesta, señala que pasar del tango al jazz "es algo natural".
"No hago fuerza para tocar una música o la otra, con los años de ir trabajando en los dos géneros se hace algo como muy natural", dice.  "Obviamente –agrega– cuando toco dentro de una formación o un lenguaje lo hago respetando los códigos del género, y por ahí lo que se filtran de un lado a otro son las entonaciones".

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