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CÓMO SOBREVIVIR AL AÑO DE TRABAJAR

Estrés: Cuando el cuerpo acusa recibo

El final de la temporada laboral supone un incremento en los niveles de estrés, lo que puede repercutir en diversas manifestaciones orgánicas. Especialistas explican qué es, cómo se origina y qué se puede hacer para frenarlo.

A esta altura del año, después de más de 11 meses de trabajo y presiones, el cuerpo comienza a acusar recibo. Y si a eso se le suma la proximidad de las fiestas, el final de la temporada laboral supone un incremento en los niveles de estrés, lo que suele vincularse a un mayor flujo de tareas. También, generalmente, se asocia a este cansancio acumulado con problemas con el sueño o con el estado de ánimo. Sin embargo, según sostienen distintos especialistas, lo más preocupante de este tipo de situaciones son las repercusiones orgánicas.
“Es que cuando una persona vive al límite en sus exigencias mentales, no descansa y nunca deja de sentirse presionada o a punto de agotarse, está forzando a su organismo a producir una hormona que se llama cortisol, y que es conocida como la “hormona del estrés”, señala el doctor Ernesto Crescenti, médico e investigador especialista en inmuno oncología.
“A mayor tiempo estresados -explica Crescenti- más cortisol se producirá y mayor facilidad tendrá nuestro cuerpo para desarrollar ciertas dolencias psicosomáticas, como por ejemplo úlceras, diarreas, hipertensión, vómitos, palpitaciones o parálisis musculares, y además el cuerpo comienza a no poder neutralizar las defensas antioxidantes que aporta su alimentación, como vitaminas o flavonoides, o su propio organismo, como es el caso de las enzimas antioxidantes”.
“El verdadero problema -señala el especialista- surge cuando los radicales libres afectan de forma directa a los componentes de las células, dañando lípidos, proteínas y carbohidratos, causando un daño en ocasiones irreversible. Este daño oxidativo puede producir un envejecimiento prematuro, así como procesos inflamatorios crónicos, cáncer, párkinson, alzheimer, ateroesclerosis o cataratas, entre otros”.
Frenar a tiempo, la clave
Para evitar estas consecuencias extremas que puede provocar el estrés, todos coinciden en la importancia de parar los ritmos de actividad. Claro que el tema es cómo, ya que en casos en que el estrés supere la capacidad de un individuo para controlarlo, puede ser necesario acudir a un especialista, prevenir la ansiedad y descubrir los problemas que lo generan, como trabajo, familia, pareja, o amigos.
Sin embargo, también hay prácticas que permiten desarrollar recursos que todos los seres humanos poseen, pero que con el  paso del tiempo se utilizan cada vez menos, y por tal motivo se encuentran disminuidos. Una de ellas consiste en la realización de ejercicios de respiración y relajación que permitan “entrenar” la atención.
“Estos recursos, que en inglés se denominan “mindfulness”, tienen la capacidad de bajar el alto impacto del estrés y permitirían regular las emociones con mayor eficiencia”, sostiene la licenciada Solange García Bardot, especialista en estrés, ansiedad y emociones.
“A partir de tomar conciencia de cómo alimentamos nuestra ansiedad, miedo y angustia con la manera en que pensamos, sentimos y actuamos sobre lo que nos sucede -señala Bardot- la idea es generar exactamente lo contrario. Por ejemplo, entrenando nuestra atención, trayéndola constantemente al momento presente y sin hacer juicios. Parece complejo, pero es un entrenamiento que requiere desarrollar una capacidad que todos tenemos y que es ni más ni menos que “parar” y “observar” para percibir el momento presente”.
“Realizar este ejercicio -añade la psicóloga- nos entrena en algo bien diferente a lo que estamos acostumbrados a hacer. Habitualmente la  mente está pensando en algo y va saltando de tema en tema sin detenerse nunca. Va del pasado, recordando situaciones, trayendo información; al futuro, proyectando posibilidades diversas. Pero en general, en el momento presente la mente nunca está. Una gran parte del aquí y ahora lo desarrollamos en piloto automático. Así, todas aquellas actividades del presente que ya nos son conocidas las haremos en mayor o menor medida automáticamente, liberando a nuestra mente para que haga lo que quiera. Este tipo de actividad mental es natural para nuestra mente y se la  llama “mente de mono”, y es una herramienta clave para frenar los ritmos de actividad y disminuir los niveles de estrés”.

Risas y respiración
Se estima que en la Argentina entre el 20 y el 30% de la población sufre trastornos de ansiedad, lo que equivale a hablar de varios millones de personas. Este es uno de los trastornos que, asociado a la depresión, se potencian en las personas predispuestas con la llegada de los últimos días del año. Los especialistas destacan también que estas predisposiciones potencian las fobias sociales, un trastorno que a su vez padece entre el 1 y el 2% de la población.
“Enfocarse en vivir el presente es una herramienta clave para frenar los ritmos de actividad y disminuir los niveles de estrés”.
Pero cuando la causa del agobio disparador del estrés es la acumulación de trabajo y obligaciones que se van sumando con el correr de los meses, los especialistas recomiendan tareas sencillas como relajarse, hacer algo placentero y tratar de olvidar los problemas.
Del mismo modo, cuando se identifica un período de nerviosismo extremo, tratar de calmarse, respirar hondo y exhalar varias veces de forma lenta y marcada. También, hacer deporte, actividades artísticas o reírse. Se sostiene que los momentos de felicidad producen más “micro-reparadores” y “micro-rejuvenecedores” que mejoran el nivel de vida.

El último mes
Sabido es que a fin de año todos llegan cansados. Pero a su vez, sucede que, para muchos, diciembre es un mes especial. “Mucha gente vive el paradigma del cierre del año como una fuente de estrés extra que, sumado al que habitualmente todos padecemos, tiende a desbordar los sistemas adaptativos del organismo y a producir síntomas de ansiedad”, señalan los profesionales de la Asociación Argentina de Trastornos del Humor.
También las autoridades de la Asociación Psicoanalítica Argentina refieren al final del año como un disparador del estrés, al sostener que “es el período en el que el tiempo adquiere una condición de circularidad, de que algo termina y por lo tanto aparece la posibilidad de volver a empezar, de recrear lo vivido. Esto, en principio, es esperanzador, pero también aparecen las frustraciones y el estrés por lo que no se pudo concretar en este tiempo”.

“Mindfulness”
Es un método que consiste en la realización de ejercicios de respiración y relajación que permiten “entrenar” la atención con la finalidad de “parar y observar” para percibir el momento presente, con el objetivo de disminuir los niveles de estrés. 

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