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DECORACIÓN

Elegancia extrema

Blanco y negro son los colores base de la sobria decoración de esta vivienda. Detalles de distinción le aportan categoría

Las elecciones decorativas de esta vivienda, que forma parte del barrio cerrado Fincas de Iraola II, entre Berazategui y La Plata, permiten decir que se trata de un ejemplo de elegancia extrema. Detalles exclusivos, como cristales incrustados en una chaise longue, marcan la diferencia.
Sobre una vivienda moderna, de las típicas "casas de country", se trabajó una ambientación distinguida, con mobiliario hecho a medida (Fontenla) para los que se tuvo muy en cuenta las necesidades de los comitentes. Así, en el living, los pisos de porcelanatto claro y los muros son la caja perfecta para una decoración que apuesta por los muebles de líneas geométricas y tonos neutros modernos, todos realizados en madera, con géneros naturales y pequeños detalles en metal.
En los sillones, los almohadones repiten una premisa que se verá en todos los ambientes: el negro combinado con el blanco generando movimiento. Además, algunos de ellos comienzan a introducir el rojo, un color que heredan desde el recibidor.
En el centro, la mesa baja posee una tapa vidriada que remarca su idea moderna. A su costado, una chaise longue utilizada como sillón da el toque clásico que se hace presente en todas las ambientaciones.
El toque de distinción de esta pieza es que posee cristales Swarovski, además de piezas de metal cinceladas a mano en las patas.
Al fondo, la chimenea está realizada en piedra y ocupa un lugar destacado en la habitación.
La consola, enchapada en madera de wengue, es simple con ángulos rectos, detalle que contrasta con las esferas metálicas que la adornan. A su vez, los portarretratos recurren al cuero y al metal. Un detalle muy particular son las patas del mueble, que refuerzan el concepto geométrico del diseño.
El sillón marrón y los individuales están tapizados en pana. Detrás del primero, el muro está revestido con una tela con un diseño con líneas en movimiento.
La iluminación se logra a través de aparatos empotrados en los techos y con un aplique pequeño en el techo que repite la idea de apelar a la geometría. Además, se suman lámparas que permiten crear diferentes escenarios.
Las cortinas son de dos tipos, las tradicionales con ondas y también pequeños paneles orientales.

EL COMEDOR


La luz ingresa a través de una gran arcada que comunica con la galería exterior. De dimensiones moderadas, el comedor se destaca por su calidez. La mesa, en cierta forma, entra en diálogo con la mesa baja del living por tener una tapa vidriada y una estructura simple de madera con chapa. Las sillas se destacan por su entelado original que luce grandes flores, tal como la tendencia actual lo indica.
Sobre la mesa, el centro está ocupado por un florero bajo y ancho, realizado de la misma manera que las esferas sobre la consola. Las flores blancas y amarillas están en todos los rincones y centros de las habitaciones.
Al fondo, una moderna y doble puerta intercala tablones opacos y otros traslúcidos que comunica con la cocina, integrando así todos los espacios de una manera sutil y natural. La araña de caireles repite el tono blanco y su ligereza visual. Es el primero artefacto de iluminación que se observa en la casa.

LECTURA Y RECIBIDOR


Detrás del comedor, una biblioteca irregular da el marco del rincón de lectura. Allí, una silla igual a las que están en el comedor, invita a disfrutar de un momento de relax.
Por otro lado, junto al comedor y antes de llegar al living, un dressoire con detalles incrustados en metal y tapa de mármol, es la base ideal para albergar un rincón donde el rojo toma protagonismo.
Platos de un colorado intenso junto a esferas son custodiados por dos jarrones de vidrio que contienen rojas rosas. Sobre éste, un cuadro abstracto y con gran presencia.

DORMITORIO PRINCIPAL

El aire romántico se despliega en el cuarto principal de la mano de la dupla cromática más clásica. El blanco funciona como caja contenedora, mientras que el negro aporta los detalles en los que se concentra la mirada.
La cama, con cabecera capitoné, está respaldada por un muro entelado con un diseño de mucho movimiento. Al pie de la cama, una banqueta con estilo clásico se destaca contrastando con las líneas geométricas y simples de las mesas de luz. Sobre estas, las lámparas con pantallas negras tienen su contrapartida con la base transparente.
Las cortinas son etéreas y blancas, al igual que la ropa de cama que con textura romántica dan un toque sutil a la habitación. El piso, realizado en madera, aporta la calidez necesaria para redondear la propuesta.
Enfrentada a la cama, una gran cómoda blanca con una amplia cantidad de cajones que hacen juego con las mesas de luz.
El toilette que está en suite es bien net, con un detalle en el muro que repite el entelado de la cabecera de la cama. La bacha, en negro, es totalmente rectangular y simple.

LA COCINA

Con una isla en el centro, la cocina tiene una circulación doble. Los muebles están enchapados en madera clara que amalgama con los tonos neutros del Silestone y las paredes.
Una campana de metal pende sobre la isla para eliminar los restos de la comida. La cortina es un panel especial para que no se adhieran la suciedad que se puede generar al cocinar.

EL EXTERIOR


Sobre un deck de madera, un living con muebles de rattán marrón oscuro (Khöls). Los sillones poseen asientos con telas blancas y la mesa tiene una tapa de vidrio que aporta ligereza y distinción a la propuesta. 

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