Emanuel Moriatis junto a la maqueta de su Ford Falcon TC.
RECONOCIDO EN TODO EL PAÍS

El toldense que es especialista en maquetas de autos de carreras

Luis Daniel Carabajal relató sus comienzos en la actividad como un mero hobby y cómo llegó a vivir del diseño y la fabricación de autos de competición a escala.

Gran parte de los autos de competición a escala de todo el país son diseñados y fabricados en Los Toldos, gracias al trabajo artesanal de un fanático del automovilismo.
Se trata de Luis Daniel Carabajal, quien desde muy pequeño vive un fanatismo muy especial por las competencias locales de automovilismo, que lo llevaron a desarrollar un hobby hasta convertirlo en una forma de vida.
Gracias a ese fervor que comenzó desde pequeño, el toldense ya tiene más de 27 años en la actividad, con gran reconocimiento a lo largo de todo el país con sus trabajos, inclusive por parte de muchos destacados pilotos de nivel nacional.
Al ser entrevistado por Democracia, Carabajal destacó su pasión fierrera. “Fue desde muy chico que comencé. Me regalaban los autos de juguetes y los desarmaba, les dejaba el chasis y volvía a armarlos a mi gusto y a mi medida. Los primeros autos que armé estaban hechos con cartón y me basaba en los modelos de autos del Turismo Carretera que salían en el diario”, recordó.


Con el paso del tiempo, el toldense comenzó a asistir a las carreras, en donde creció su amor profundo por el automovilismo y dio comienzo al diseño de maquetas más profesionales. “De grande comencé a ir a las carreras y fue en una de ellas que diseñé la primera maqueta. Era la recordada Dodge número 96 de Cocho López, con el famoso sponsor de los chicles Bazooka, en la década del ´80”. 
Tras ello, el hobby se volvió más serio y su emprendimiento comenzó a tomar más forma. “Desde ese entonces, iba a presenciar las carreras de Bolívar y las que se hacían en Buenos Aires, en donde fue creciendo el número de pedidos y con un diseño más industrial”, resaltó.
La buena inserción de Carabajal en el mundo del automovilismo y su pasión por los automóviles, lo llevaron a dedicarse plenamente al diseño de maquetas de nivel industrial y vivir de eso. “Entre el 94’ y el 95’, comencé a dedicarme exclusivamente al diseño y a la venta de las maquetas. Conseguí una acreditación de periodista y asistía a las carreras a lo largo del país en donde obtenía clientes, que eran principalmente pilotos como Ariel Pacho, Emanuel Moriatis y muchos más.  Los corredores siempre venían y me encargaban alrededor de diez maquetas para publicidad y algunas para ellos”, agregó.


Al día de hoy, en todo el país hay maquetas diseñadas por Carabajal. También entregó maquetas para regalos, que fueron destinadas a varios lugares de Europa, como España y el Vaticano, según relató. “Estoy en contacto permanente con el mundo del automovilismo y me llaman por teléfono de todo el país para encargar maquetas”, finalizó este toldense que pudo desarrollar un hobby hasta convertirlo en su principal sostén de vida.