San Emilio es una pequeña localidad del partido de General Viamonte, ubicada a 14 kilómetros de Los Toldos, a 20 de O'Brien y 35 de Bragado. Entre sus puntos de interés, se destaca una panadería con más de cien años de historia, atendida por la familia Benitez. Además de abastecer a los vecinos de la localidad, es indispensable para ellos recibir a los visitantes que, cada fin de semana, se acercan en busca de un rato de disfrute en la calma del pueblo.
En 2020, con la llegada de la pandemia y la poca circulación, no lograron sostener el negocio y debieron bajar las persianas. Sin embargo, este año, luego de fabricar un horno de barro entre todos, reanudaron la actividad aunque en menores proporciones. "Abrimos en la semana de la fiesta del pueblo, fue difícil, no es solamente abrir, hay que contar con las cosas básicas para hacerlo, pero entre todos fabricamos un horno de barro, es chico, entran dos latas, ahí hacemos el pan por ahora", dijo el panadero Federico Benitez a Democracia y agregó que "esperemos salir adelante lo antes posible y volver a utilizar la cuadra pronto, por ahora elaboramos poco, es un momento difícil para todos".
"Hacemos un poco de todo: pan, facturas, alguna torta de chicarrón, masitas, alfajores, pasteles, nosotros esperamos que venga gente los fines de semana, como antes de la pandemia", contó Benitez y añadió: "mi familia y yo elaboramos todo, yo hago el pan, mi mujer las cosas dulces, cuando mi hja no está en la escuela, atiende el negocio, mi otro hijo nos ayuda con el tema de la leña, es todo familiar, como siempre lo hicimos".
Mientras los Benitez esperan que se renaude la actividad turística, un grupo de ciclistas los visitó para compartir una comida con ellos. "Los conocíamos porque ya habían venido años atrás, ahora llegaron con más gente, se ubicaron a comer al lado del horno, ahí esperamos para almorzar a quienes quieran acercarse para conocer nuestro pueblo y la panadería".
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