Tras el cierre de la institución por falta de personal de salud, el equipo de enfermería de Instituto Medico Viamonte difundió una carta que expresa las condiciones en las que se encontraban trabajando.
"Hoy, jueves 1 de octubre de 2020, recibimos por primera vez camisolines hidrorepelentes. La semana pasada, el 25 de septiembre, nos llegaron los barbijos N95 y las máscaras, compradas con plata del bolsillo de nuestra supervisora. Hasta la fecha trabajábamos con camisolines descartables, que los lavan para que los reutilicemos, y con barbijos tricapa (con suerte) que debíamos "hacer durar más de una guardia". Nuestras guardias son de ocho horas, a diferencia de la mayoría de los lugares del país", comienza el texto y continúa: "trabajamos sin los elementos de protección adecuados, con la 'promesa' totalmente imprudente, y la firma de un acuerdo entre la clínica y la Municipalidad de General Viamonte (que vale aclarar que como empleadas nunca lo vimos) de que no íbamos a recibir casos de Covid y que en IMEV se atenderían pacientes quirúrgicos, salud mental y gineco-obstetricia correspondientes al sector público, ya que el centro de Covid es el hospital municipal. ¿Por qué decimos imprudente? Por un lado porque es imposible que nos aseguren sin test negativo previo, que el paciente que ingresa por un motivo no sea asintomático para Covid. Y por otro lado porque, en varias ocasiones, cuando médicos y médicas intentaban derivar a los pacientes para hisopar al hospital, la respuesta era que no tenían criterio de hisopado".
"A todo este contexto, en el que varias nos contagiamos, cursamos la enfermedad y nos reincorporamos, y otras están en este momento sobrellevándola, se le suma el atraso en los pagos de nuestros sueldos. El día 18 de septiembre recibimos un mensaje en el que nos avisaban que nos terminaron de pagar el sueldo del mes de julio y una parte del sueldo de agosto, no tuvimos aguinaldo, no tenemos los francos que nos corresponden y no tenemos la seguridad de cuanto ni cuándo vamos a volver a cobrar. Con esto no buscamos excusarnos de la situación actual, ni lavarnos las manos, pero sí aclarar que nuestras condiciones de trabajo no son para nada buenas. Que no vivimos, comemos ni pagamos cuentas a base de 'vocación', que si no la tuviéramos no estaríamos atendiendo a la fecha a pacientes con una sonrisa y con nuestra mejor predisposición, entendiendo que lo merecen".
"Necesitamos que nuestras condiciones de trabajo mejoren en un futuro inmediato, que se reconozca nuestra labor y recibamos la remuneración y los insumos necesarios para poder brindar atención de calidad a nuestros y nuestras pacientes. Necesitamos seguridad a la hora de cumplir nuestras tareas".
La carta está firmada por el Equipo de enfermería de la Clínica IMEV.
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