La Escuela 7 de Los Toldos festejó su centenario con una hermosa ceremonia

El acto para conmemorar los 100 años de la Escuela Nº 7 "Don José de San Martín" comenzó a las 19 del lunes pasado.
Frente a un gran escenario montado sobre la calle Saenz Peña, cientos de adultos, autoridades municipales y educativas, niños y delegaciones con sus abanderados de la mayoría de los establecimientos educativos de General Viamonte, fueron organizándose para ser parte de este "hecho histórico".
La ceremonia comenzó con el ingreso de la Bandera Nacional llevada por la abanderada y su escolta de la propia escuela. En primer término habló el Director de la Escuela, Profesor Carlos Soria, quien reafirmo el compromiso con la educación en "tiempos tan complicados para la misma. Luego hizo uso de la palabra Rosa "Toti" Lui, ex alumna y docente del establecimiento, quién al borde de las lágrimas leyó una reseña de su experiencia en esas aulas y patios, "solo queda el amor" dijo sobre el final.

Reconocimientos

Luego se entregaron reconocimientos a diversas personas que por diferentes motivos fueron mere-cedores del mismo.
Fueron: la familia Coria, que donó el terreno donde se edificó la escuela; Aida Coliqueo, ex docente; Enriqueta Sumalia; Elisia Mateo, ex alumna; Liliana Rapetti, ex directora e inspectora; Roberto Lui, ex presidente de la Cooperadora; Marta Cotroneo, ex docente; y Fermis Roberta de Zanazzi.  
El evento contó con un logo especial que simbolizará el encuentro, y durante la ceremonia se entregaron premios y menciones a alumnos que fueron mere-cedores por su participación en el concurso. Luego cantó el Coro Polifónico y alumnos de 2º, 4,º 5º, y 6º grado, ambos grupos ejecutaron canciones escritas por Marta Cotroneo.
Luego habló la Lic. Susana Casco, Inspectora jefe del Distrito de General Viamonte, y se despidió a las delegaciones visitantes.
Sobre el final, todos los concurrentes ingresaron al establecimiento donde se cantó el Feliz Cumpleaños, se soplaron las velitas, brindaron con sidra y compartieron la torta centenaria que por cierto, estaba muy rica. Al final, se proyectaron dos videos, uno con imágenes actuales y otro con fotografías que fueron seguidos con suma atención por todos los presentes.
De ese modo, culminó una ceremonia que seguramente llevó mucho esfuerzo y trabajo mancomunado. Docentes, directivos y alumnos reflejaban una inmensa felicidad por haber compartido tan grato evento, en donde todo salió más que bien.  Seguramente quedará guardado en el rincón más feliz del alma de cada uno de ellos, los actuales protagonistas; y también de los que un día, volvieron a la escuela.