Un grupo nutrido y heterogéneo de bailarines del distrito de Leandro N. Alem se presentó en Córdoba, en el escenario más importante de la música folklórica, el Atahualpa Yupanqui de la Plaza Próspero Molina de Cosquín.
Al respecto, la directora de vestuario de la delegación, Marina de Ghio, manifestó: “Estuvimos a full todo el día, desde que abrimos los ojos. Teníamos tres frentes abiertos: un grupo tenía que desfilar por las calles de Cosquín y otros dos se preparaban para bailar, uno en la apertura y otro en la función” y agregó “la apertura fue muy emocionante. Los ocho bailarines salieron al escenario; había mucha gente porque había delegaciones de todas partes, más el público habitual de la Plaza. Luego llegó el tango, que tuvo un éxito impresionante, con decir que fue la única delegación que presentó un número de tango. La defendieron re bien, la verdad. Después, entre pizza, mate y torta, relajamos un poco y preparamos el cuadro coya”.
Así, Ghio explicó que fueron muy aplaudidos y que la gente se prendió con el cuadro. “La frutilla del postre fue a la noche, con la presentación de la Pasión de Cristo, que para los bailarines representaba un cambio total, ya que pasaban de la alegría del carnavalito, a una actitud de recogimiento y solemnidad. Estuvimos tres horas con la preparación de maquillajes, peinados, etc. Teníamos algún temor con respecto a la reacción de la Plaza, y fue única. Todos aplaudieron y nos seguían felicitando cuando salimos del escenario”, contó y concluyó “creo que lo bueno de lo nuestro fue jugarnos por lo original. Casi todos hacen gato, chacarera, zamba, escondido, y no salen de ahí. Nosotros trajimos puestas diferentes, y la gente lo celebró”.
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