Susana García es oriunda de Carabelas (partido de Rojas) y se ha convertido en un ejemplo de cómo las mujeres están ganando terreno en un ámbito históricamente dominado por hombres: el transporte de carga. Con una trayectoria que abarca desde la conducción de remises hasta el manejo de camiones de gran porte, Susana ha demostrado que la pasión y la determinación no tienen género. "Siempre me gustó el camión", afirmó Susana quien comenzó su carrera como camionera en 2010. Sin embargo, su camino no fue fácil. "Antiguamente no tenía familia de camionero. En casa era a mí sola a la que le gustaba manejar", recordó. Antes de dedicarse por completo al transporte de carga, Susana trabajó como remisera y realizó diversas actividades, desde la repostería hasta la confección de vestidos de novia.
“La remisería la instalé hace 20 años atrás. También estudié en Capital Federal con la reconocida pastelera y cocinera Marta Ballina, y trabajé como empleada en la Cooperativa de Carabelas. El Secundario lo terminé a los 39 años y luego empecé a hacer más cursos; estudié Gestoría, Perito Clasificador de Cereales. Siempre fui estudiando algo. Entonces, trabajaba en el remís y seguía estudiando”, explicó. Luego, fue en el 2010 que Susana adquirió su primer camión para poder serle fiel a su vocación de ser camionera.
“Mi primer camión fue un Fiat 619 N1, modelo ’78. Después lo cambié por un C14 Modelo ’80. Cuando me compré el primero hice una promesa: que si yo lograba terminar de pagar ese camión me iba a Luján en bicicleta; y lo cumplí. Me costó cuatro años y medio, pero lo logré”, relató Susana, quien en el 2014 decidió subirse a su bicicleta y recorrer el trayecto entre Carabelas y Luján.
La familia siempre cerca
Desde aquel año, se abrió un nuevo capítulo en la vida de Susana y de toda su familia también. Cuando se le pregunta a las conductoras profesionales si siempre se disfruta la vocación de conducir un camión, la respuesta inmediata es sí. Sin embargo, agregan que esto sería imposible sin la compañía, el apoyo y el amor de sus familias.
Susana es madre de tres hijos (dos mujeres y un varón) y, además, abuela de seis niños. Para la vecina de Carabelas la familia jugó y juega un papel importantísimo en su historia de vida y en sus decisiones.
“Cuando empecé como camionera, a mi familia no le gustaba porque temían que ande por la ruta. Pero yo tenía muchas ganas porque había trabajado mucho tiempo con gente y quería estar un poco más sola. La gente es muy complicada, entonces con el camión, es mi responsabilidad. Ando sola y me cuido yo sola”, remarcó. Y agregó que “con la familia y con mis amigos, siempre fuimos de hablarlo todo entre todos y siempre fueron muy comprensivos conmigo”.
Simplemente Camioneras
La fraternidad es un aspecto muy importante en la vida de las mujeres al volante. Ellas consideran que forman una red de apoyo y se tienen unas a otras para informarse novedades y cuestiones de interés relacionadas a su trabajo.
“Al principio no fue fácil. Yo era un bicho entre tantos hombres”, recordó Susana sobre sus inicios como camionera. “Cuando tuve el camión pude empezar a trabajar inmediatamente. Me anoté en el Centro de Camioneros de Carabelas y empecé a trabajar desde acá hacia los puertos”, sostuvo.
“Hace casi diez años atrás logramos constituir, junto a otras mujeres camioneras, el grupo ‘Simplemente Camioneras’. Ahora hay un montón de chicas, son como 300 las mujeres que integran el grupo y se van agregando más porque se van consiguiendo trabajo. Hay chicas de todo el país e inclusive de Brasil y de Chile”, explicó.
Simplemente Camioneras ha sido el lugar de encuentro virtual donde las choferes del transporte de carga se suman para ayudarse y hacer crecer este rubro que día a día suma a más colegas al volante.
Siempre todo preparado
La rutina de Susana para salir a la ruta es exigente. "Salgo tres y media de la mañana. Preparo todo a la noche, preparo la conservadora cuando voy a salir a las tres de la mañana. Y llevo un bolso con ropa, la vianda, la mochila con los papeles, los documentos, todo; y salgo. Y después cuando vuelvo, es lo mismo, tengo que volver a bajar todo", explicó.
Según reveló, Susana se prepara sus propias comidas para evitar detenerse en cualquier lugar, como suelen hacer los camioneros. "Yo digo que cada vez que salgo con un viaje es como una mudanza. Me llevo la comida, me llevo agua, me llevo todo lo que voy a consumir durante el viaje", detalló.
Los desafíos de ser camionera
"En el grupo de 'Simplemente Camioneras', hay empresas que aún discriminan a las mujeres, mientras que otras las prefieren a los hombres, argumentando que son más cuidadosas en general", afirma Susana. Además de la discriminación laboral, Susana también tuvo que lidiar con los prejuicios y la desconfianza de sus compañeros. "Al principio, cuando recién comencé, era común que me observaran de forma peculiar. Mi camión tenía lona, y luego lo adapté con destape en el chasis, acoplado y destape rápido. Cuando paraba para destapar o 'calar' la mercadería (llegar al puerto, esperar en la fila, entrar al calador, sacar cereal, destapar y volver a tapar), los hombres me miraban para ver si podía hacerlo. A menudo, intentaban ayudarme sin que yo lo pidiera. Siempre les agradecía, pero les explicaba que debía hacerlo sola".
A pesar de los desafíos, Susana nunca se dejó amedrentar. "También me observaban al maniobrar marcha atrás, algo complicado con un camión acoplado. Se detenían con las manos en la cintura para mirar, lo cual era molesto, ya que sentía que estaba siendo evaluada constantemente. Era como estar rindiendo un examen todo el tiempo, porque era algo inusual".
Con el tiempo, Susana se convirtió en una referente para otras mujeres que querían incursionar en el mundo del transporte. "Afortunadamente, eso ha cambiado. Ahora hay muchas mujeres, incluyendo jóvenes, que han obtenido su licencia. Hoy en día, la presencia femenina en este ámbito es mucho más común. Por suerte", celebra Susana.
Su historia es un testimonio de que las mujeres pueden desempeñarse con éxito en cualquier ámbito, rompiendo estereotipos y abriendo camino a las nuevas generaciones.
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