Stella Maris Franquet, de 59 años, fue encontrada sin vida en el interior del departamento que habitaba en Ostende, partido de Pinamar, el último 22 de enero. En una primera instancia, se descartó que se tratara de un asesinato, no obstante, se inició una investigación caratulada “averiguación de causales de muerte” sobre la víctima, empresaria de turismo.
La autopsia reveló que la mujer murió por “un paro cardíaco causado por un shock hipovolémico y un traumatismo de cráneo” y, en el mes de febrero, encontraron un palo con manchas hemáticas: el resultado en el laboratorio dio cuenta de que la sangre se correspondía con el ADN de la víctima. Tras realizarse allanamientos, encontraron prendas de vestir con manchas de sangre de la mujer y, con estos elementos, la Justicia recaratuló el caso como “homicidio agravado”.
En las últimas horas, funcionarios judiciales ordenaron la detención de Franco Roberto Quiroga, el presunto homicida, que será indagado en sede judicial.
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