"Faltó sol pero sobró buena onda", ese fue el balance que hicieron los organizadores de Obligado turístico al finalizar la jornada que convocó a la ciudad a 29 visitantes de la región. El contingente se acercó con el fin de conocer la localidad de Rafael Obligado, su historia, sus productos artesanales, fiambres, dulces y, sobre todo, para compartir un día de recreación en el pueblo.
A las diez de la mañana llegó el micro y se llevó a cabo el descenso de pasajeros que fueron recibidos por el subsecretario de turismo de Rojas, Claudio Cuello; el delegado de la localidad, Ariel Gallardo; el guía y titular de Obligado turístico, Ariel Gil; la guía del tour, Olga Ferrario; y la reina de la Fiesta de la Galleta, Oriana Gallardo. Tras el saludo de bienvenida, se realizó el desayuno en el interior del Crisol Club, con café con leche, jugos, mermeladas y medialunas recién hechas.
Luego, los visitantes, junto con los guías, procedieron a recorrer el pueblo para conocer su historia, sus anécdotas y para descansar la vista rodeados de campo y calles con la tranquilidad como protagonista.
Un proyecto con muchos años de gestación
En diálogo con Democracia, Ariel Gil, miembro de Obligado turístico, dijo que lo que más captó el interés y la atención de la gente fue la historia del pueblo, el origen de los eventos comunales: la Fiesta de la Galleta y las Fiestas Patronales. También, según indicó Gil, “se quedaron encantados con el buen trato que recibieron y con lo hermosa que vieron a la localidad de Rafael Obligado, limpia y ordenada. No se querían ir y eso para nosotros es una buena señal, se divirtieron, se sintieron cómodos.”
El circuito urbano e histórico tuvo ocho postas en las que los turistas pudieron tomar fotografías mientras escuchaban las explicaciones de los guías del tour con información valiosa para contextualizar el paisaje.
En las primeras horas de la tarde y tras el asado completo que pudieron disfrutar los visitantes mientras charlaban e intercambiaban reflexiones, realizaron paseos en sulky y participaron de una clase de bachata y de música tropical que tuvo lugar en las instalaciones del Crisol Club.
También, pudieron recorrer el paseo de artesanos y comprar souvenirs para llevar de recuerdo a casa. Hacia el ocaso, y con un interesante intercambio humano de por medio, los visitantes compartieron una súper picada con productos caseros como lomo, panceta arrollada, salame casero y quesos saborizados.
“Nuestros objetivos están cumplidos, desde ya que seguiremos ajustando detalles y sumando cosas nuevas para los próximos contingentes que vengan al pueblo, pero hemos superado con éxito este primer encuentro que nos llevó muchos años de trabajo concretar”, dijo Ariel Gil y agregó “sin el apoyo de las autoridades del gobierno local, de Juan Carlos Lisa y la licenciada Romina González, del INTA, no hubiésemos sido capaces de materializar estas ideas.”
El turismo rural llegó para quedarse
De la jornada también participó un grupo de alumnos de la Escuela Secundaria 1 “Francisco P. Moreno”, ya que está previsto que esta iniciativa se mantenga en el tiempo y que ellos sean los futuros guías de Rafael Obligado, encargados de coordinar las visitas de contingentes turísticos, atender sus necesidades y proveerles de actividades durante todo un día.
El turismo rural en Obligado llegó para quedarse y ya se están armando nuevos paquetes para convocar a más visitantes de la zona. Las intenciones son claras: acercar una propuesta que conecte a la gente con la vida al aire libre, con las tradiciones que aún resisten en los pueblos, con la comida abundante y de calidad y, sobre todas las cosas, llevar lo simple como bandera.
En localidades como Rafael Obligado, los vecinos dejan las puertas sin llave, las bicicletas en el cordón de la vereda, pueden verse comercios de ramos generales con sus dueños fundadores aún detrás del mostrador, y abuelos con la silla en la vereda tomando fresco los días lindos de verano, costumbres ya arcaicas en las grandes ciudades.
Por su parte, el subsecretario de turismo de Rojas, Claudio Cuello, manifestó su conformidad con esta primera experiencia, y expresó su afán de exportar el proyecto a otras zonas del distrito como Carabelas, Los Indios, Roberto Cano y la propia planta urbana de Rojas.
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