None
GENERAL PINTO

Una plaga letal obliga a remover un antiguo cedro de la plaza pública "Arturo C. Massey"

La Dirección de Producción y Medio Ambiente de la Municipalidad de General Pinto informó al H. Concejo Deliberante y por su intermedio a la comunidad en general, a través de nota cursada el pasado mes de Abril, de la situación planteada por el estado sanitario de un antiguo y característico ejemplar de la especie "Cedrus Deodara", componente de la arboleda de la plaza pública “Arturo C. Massey” de la ciudad cabecera distrital.
Al respecto, la mencionada repartición comunicó que dicho árbol presenta un estado de salubridad irreversible por la presencia avanzada en casi la totalidad de la copa del ejemplar de un musgo llamado "Tillandsia Usneoides", que la ha invadido casi por completo, entrañando riesgo para el resto de la forestación circundante.
La presencia del flagelo fue detectada tiempo atrás, y se arbitraron distintas estrategias y procedimientos para combatirla, a partir de la consulta con especialistas en el tema. 
Así se recurrió a la remoción manual, la aplicación de agua a alta presión (estrategia apta para especies de hojas caducas y no tanto para coníferas), y se efectuó el control químico más efectivo recomendado por técnicos de Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con sulfato de cobre en dilución acuosa, sin los resultados esperados, por lo que no se pudo frenar totalmente el avance nocivo de los efectos de la plaga.


Este flagelo, conocido como “Barba de monte” o “Barba de viejo”, por las largas fibras grisáceas que genera (que pueden llegar a los siete metros de longitud), es un tipo de "Clavel del aire" abundante en zonas con alta condensación atmosférica, y no es sencillo erradicarlo.
Los "Claveles del aire" son plantas epífitas que usan a otras como soporte, pero no absorben de ellas sus nutrientes, sino que le impiden a la planta hospedante su capacidad de foto-sintetizar y, por lo tanto, estas van muriendo poco a poco. La dispersión de semillas es eólica y también a través de las aves que utilizan los filamentos para la construcción de nidos.
Esta plaga no afecta a todos los árboles por igual, siendo más susceptibles las especies de corteza rugosas y ramas horizontales. Los "Claveles del aire" se ensañan particularmente con árboles deteriorados por su antigüedad, condiciones ambientales adversas o enfermedades pre-existentes. 
El ataque acelera su decrepitud con muerte de ramas que, algunas veces, se quiebran por el peso adicional, y pérdida de hojas. Si el árbol estuviera sano, podría llegar a repeler la colonización, pero si no es así, entra en un círculo vicioso que termina con su  muerte.
Ante el riego sanitario existente para la población de plantas linderas por la diseminación del musgo por medio del viento y las aves, se recurrió a la consulta con técnicos especialistas, quienes aconsejaron la remoción del ejemplar, como lo indica el informe de la técnica Jimena Asquini en sus aspectos diagnósticos y prescriptivos.
Un nuevo ejemplar de similares características ocupará el lugar vacante por la lamentable pérdida del añoso habitante de ese espacio, dando inicio a un ciclo biológico de nueva generación.

COMENTARIOS