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Abundan los lotes de soja de segunda que no se cosecharán por el escaso desarrollo de las plantas.
PANORAMA AGROPECUARIO

La sequía se llevó toneladas de granos

La estimación de cosecha de soja ya se ubica por debajo de los 40 millones de toneladas y será la más baja desde 2008.

La prolongada sequía que afectó la zona núcleo, que es la más productiva del país, tendrá un alto costo económico, tanto para los productores afectados por el fenómeno climático como para las arcas del Estado.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires volvió a recortar la estimación de cosecha de soja, ahora a 39,5 millones de toneladas, 27% debajo de la previsión realizada antes del inicio de la campaña en septiembre último que había sido de 54 millones, según un nuevo recálculo.
Además, estimó que a partir de esta menor proyección, será de unos 3.440 millones de dólares la disminución de la trilla, en lo que constituye el "Producto Bruto Agrícola (considerando soja, girasol y maíz)".
Esto, proyecta la entidad, representará una merma del 0,5% para el Producto Bruto total de la Argentina. Hasta la semana pasada, la Bolsa de Cereales porteña esperaba una cosecha de 42 millones de toneladas.
En tanto, en la recolección de maíz, la proyección retrocedió 2 millones de toneladas la previsión, hasta los 32 millones de toneladas.

Fuertes pérdidas

En su último informe de estimaciones agrícolas, la Bolsa puso a la soja en una situación de caída del 27% respecto de su primera previsión de 54 millones de toneladas realizada en septiembre último, antes del inicio de la campaña. 
Hasta la semana pasada esperaba 42 millones de toneladas de soja y ahora prevé una producción de 31% menos que la campaña anterior (2016-2017), teniendo en cuenta que las lluvias caídas fueron escasas e insuficientes para revertir el desolador panorama.
El texto del informe del Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la entidad puntualiza que "debido a la expansión de la sequía hacia el norte del país, las bajas temperaturas y la disminución del peso de los granos en el centro y sur que agravan la situación de la soja y del maíz". 
Además, la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales elaboró el documento "Campaña 2017/18: Evaluación del Impacto Económico de la Sequía”. Entre los principales resultados, se observa una reducción de 3.436 millones de dólares en el Producto Bruto de las cuatro principales cadenas agrícolas (Soja, Maíz, Trigo y Girasol) como consecuencia de la situación de déficit hídrico.
Esta caída representa el 0,5% del PBI argentino, por otro lado, se estima una disminución de 3.309 millones de dólares en las exportaciones netas del sector.
Con 39,5 millones de toneladas, la producción de soja en la Argentina sería la más baja desde 2008-2009, cuando una sequía dejó a la cosecha de este cultivo en un volumen de 32 millones de toneladas: La actual cosecha sería la menor en diez años.

Pocos rindes y de mala calidad

El avance de las cosechadoras sobre el 20% de la soja de primera y nuevos ajustes negativos sobre soja de segunda recortan 500 mil toneladas de soja respecto a lo que se calculaba hace una semana atrás. Con este nuevo descuento, la región núcleo aportaría unas 14,7 millones de toneladas, casi 6 millones de toneladas menos que la campaña anterior. El rinde promedio de la oleaginosa baja un quintal de lo que se esperaba en la semana anterior, y pasa a 28 quintales por hectárea.
Hay una gran variabilidad de resultados. Los techos alcanzaron los 50 quintales por hectárea en aquellos lotes que fueron provistos por el agua de las napas y les siguen los cuadros que pertenecen a los corredores beneficiados por lluvias extras. Mientras que los pisos en general están en los 15 quintales por hectárea. El mínimo se registró en Noetinger, con tan solo 10 quintales por hectárea.
En el corredor que une Villa Eloísa con Cañada de Gómez se detectaron muestras con hasta 35% de granos verdes. Al secarse prematuramente la planta no hubo tiempo de degradar la clorofila de los granos. También preocupa la sequedad de las plantas, que provoca el desgrane de las vainas provocando pérdidas de consideración en la recolección de la mercadería. 
El 80% de los cuadros está en proceso de llenado de granos. La esperanza de ganar algo de rinde con el incremento del peso de los granos se diluye con cada semana que pasa sin lluvias. Aumentan los lotes de soja de segunda que se abandonan por el escaso desarrollo de las plantas y las pésimas condiciones. Un 20% de los lotes se descartarán y no serán cosechados. En Bigand se espera un 50% de área perdida. Los rindes promedios se estiman por debajo de los 15 quintales por hectárea.

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