Luciano Duarte corrió la maratón de Lincoln con silla creada por Técnica N°1
La silla adaptada fue creada por los alumnos de la Escuela Técnica N° 1 de Lincoln.
INCLUSIÓN Y SOLIDARIDAD

Luciano Duarte corrió la maratón de Lincoln con silla creada por Técnica N°1

La misma, de alto costo económico y de producción personalizada, fue fabricada a pedido de la familia de la atleta Eliana Herrera, quien la cedió para que el joven pudiera participar de la actividad.

Dentro de los festejos del Carnaval de Lincoln 2023, el lunes 20 de febrero, se llevó a cabo la maratón “Correr por correr”. Fueron 7 kilómetros donde cientos de participantes se dieron cita para recorrer las calles de la ciudad. Entre ellos, se encontraba Luciano Duarte, oriundo de la localidad de Roberts y ganador de la medalla de oro en bádminton en los Juegos Bonaerenses 2022. El joven pudo realizar la maratón gracias a la ayuda de la familia de Eliana Herrera, que le prestó la silla adaptada fabricada el año pasado por los estudiantes de la Escuela de Educación Técnica N° 1 de Lincoln. Un proyecto a cargo del profesor Pedro Viola y del Director, Fabio Rillo.

En relación al surgimiento de la fabricación de la silla adaptada para Eliana, Rillo explicó que “en principio recibimos la visita de la mamá de Eliana que se acercó a la escuela con una inquietud, contándonos que es el atletismo asistido. Ahí nos contó que tenía una silla que no le estaba sirviendo para poder correr, porque era difícil de trasladar, muy pesada e incluso no la podían plegar para llevar en vehículos para cuando corrían fuera de Lincoln”, y agregó “nos comentó la historia de Eliana y de David, su hermano quien la guía en todas las carreras. Nos pareció interesante el proyecto, porque es muy lindo poder brindar desde la escuela esta posibilidad”. 

En ese sentido, el Director de la institución, remarcó que siempre están abiertos a trabajar con diferentes proyectos, así que ese mismo día acercó a la mamá al taller para presentarle a Pedro Viola, el profesor que hizo el trabajo con los alumnos de 3° A

“Los chicos comenzaron a hacer preguntas y ahí fuimos trabajando durante varios meses; después nos comunicamos con David, que reside en Buenos Aires y de a poco fue surgiendo el proyecto”, sostuvo Rillo y comentó: “En cuanto a la silla, no salió desde un primer momento, tuvimos que hacerle varias modificaciones y retoques. Los mismos alumnos probaron su estabilidad en el barrio Obrero, hasta que quedó un producto terminado y realmente muy lindo".

Una silla única

En cuanto al valor económico de la silla, Fabio manifestó que no tienen en claro cuánto vale, pero por lo que les cuenta la familia de Eliana, saben que son muy costosas y que no se venden en el país. “Esta silla se hizo gracias al aporte de bicicletería 'Tamame' que nos permitió tener las ruedas; a la tapicería 'Decillo' que nos dio el tapizado y el resto son materiales de desechos que estaban acá en la escuela, casi te diría que costó cero", remarcó y dijo que “además los alumnos le hicieron algunas modificaciones que se adaptaron a las necesidades de David, porque al momento de correr siempre llevaba los brazos en la silla y eso no le permitía oxigenar su cuerpo. Entonces ellos, a partir de su investigación, hicieron un sistema que tiene tres puntos de apoyo, esa es la innovación de la silla".

En ese sentido, Rillo aseguró que hay posibilidades de continuar fabricando este tipo de sillas. “Lo que pasa es que esto se ajusta al físico de cada persona. Más allá de que la silla tiene diferentes puntos de regulación, son trabajos personalizados. Por ejemplo, a Luciano Duarte se le hizo una silla diferente porque juega al bádminton, es campeón provincial en ese deporte. Entonces necesita una diferente para esa disciplina, pero para correr la maratón del Carnaval de Lincoln utilizó la de Eliana”. 

Una causa noble

En relación a lo que generó haber ayudado a una familia entera para que sus hijos pudieran competir en distintas maratones, Fabio contó que “el lunes fue la segunda vez que los veo competir acá en Lincoln y la satisfacción es enorme. Llega a la emoción y alguna lágrima que se escapa porque detrás del trabajo, veo un montón de cosas”, y agregó “Eliana nos visitó y nos regaló una medalla. La interacción entre ella y los chicos fue hermosa. Todos aprendimos muchísimo, no fue sólo hacer una silla, fue investigar, descubrir otros mundos, interactuar con otras personas ajenas a la escuela, por eso la satisfacción es completa”.

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