Felicitas Herrera tiene 25 años y es una de las postulantes a Embajadora del Carnaval de Lincoln 2023 representando al Club Atlético Argentino de la ciudad. La propuesta llegó de la mano de su profesora de patín, Julieta Salazar, quien la acompaña desde hace varios años en su carrera y en su vida.
“Cuando el club se acerca a pedir una embajadora, Juli les dijo que consideraba que Felicitas iba a ser una de las mejores representantes de la escuela de patín por haber logrado el Sudamericano y por obtener siempre buenos resultados”, relató Susana Ojuez, madre de la joven y agregó “el club aceptó y llevaron la idea a la Municipalidad. Por suerte todos dijeron que sí y Julieta se comprometió al 100%. Realmente no tenemos palabras de agradecimiento para ella. Se ocupa mucho en todos los aspectos y de todas sus alumnas, no es con Feli en particular”.
En ese sentido, su papá Gustavo “Puchi” Chemes explicó que “cuando apareció el nombre de un Down como embajadora, en todos lados fue un golpazo, porque la sociedad no está preparada para esto. Es algo general, no hablo mal de nadie, te cuento lo que pasa, entonces, la presencia de un ser puro, en este caso Feli despierta curiosidad, enseñanza y mucho aprendizaje”, y aseguró que “esa es la verdadera integración, ayuda a la gente a que se anime y a los papás que tienen niños con estas cuestiones también. Es una cadena en la vida que va dando vueltas”.
Al respecto, su mamá mencionó que “ella es una nena muy estructurada y organizada. Desde su cuarto, sus personas y las actividades que tiene en el día; entonces cuando tiene muchas reuniones le cuesta un poco dejar sus actividades para ir a una reunión. A ella solo le gustaría ir a saludar arriba del carro o bailar en la comparsa Fusión”, y comentó que “Feli y es una más, ella no tiene privilegios de nada, pero sí cuidados porque todas están pendientes, pero cumple con las mismas exigencias que tienen todas”.
Su día a día
En la actualidad, Felicitas tiene 25 años, terminó su escuela primaria y se dedica al arte y al deporte. Así, patina desde hace muchos años y ha logrado varios trofeos, pero también demasiados aplausos. Fue campeona nacional en su categoría en distintas oportunidades y campeona sudamericana.
“El reconocimiento desde afuera es impresionante. El patín le ha hecho muy bien en todo su aspecto motriz. Obviamente, patinar no es para cualquiera; pero por lo visto si ha sido para ella”, contó Puchi y agregó “fundamentalmente por la conducta que tiene. Feli es una joven que arriesga lo que debe arriesgar, es sumamente cuidadosa y tiene mucha seguridad. En competencia no se cayó nunca porque es sumamente cauta y va en su tiempo interior llevando la cuestión”.
Por otro lado, sus padres relataron que también realizó danza, teatro y hasta incursionó en el cine. “El escenario le ha dado mucha seguridad, una forma de encarar la vida importante; ella con su timidez ha dado vuelta varias situaciones”, aseguró Gustavo y comentó que “para nosotros esta elección tiene que ver desde la forma con el que Susana y yo encaramos la vida con respecto a la integración de las personas y al porvenir de cada una de ellas. Fundamentalmente, lo que pensamos, es que le guste a ella, no a nosotros”.
En ese sentido, su mamá sostuvo que “otra cosa donde participa es en un taller de cocina, porque a ella le gusta mucho cocinar y en una época trabajó en una casa de té donde fabricaban galletitas” y aclaró: “Siempre tratamos de buscar la heterogeneidad en los grupos, yo siempre trato de que la sociedad se vea reflejada en los grupos que tiene Feli, entonces vamos matizando, con pares, con convencionales, siempre le vamos buscando la vuelta”.
Su rol como padres
En cuanto a los miedos o incertidumbre que muchas veces les surgió como mamá y papá de Felicitas, ambos sostuvieron que “siempre ese temor existe en cualquier papá y con cualquier hijo. Por surte ha ido bien todo, no sé si con la ayuda de Dios o de que nosotros supimos elegir como corresponde”, y aseguraron que “tratamos de no exponerla a lo que sabemos que no puede, porque tiene sus limitaciones, más que nada en su vocabulario es donde está su mayor dificultad. Tratamos de cuidarla y nos rodeamos de gente que lo entiende así y que te da esa tranquilidad de que no la van a exponer y que no se va a sentir mal”.
La importancia de Julieta
Susana aseveró que, en su grupo de patín, Felicitas es una más. Y eso se debe al trabajo que realiza su profesora Julieta Salazar, que busca la formación integral de todas las personas que patinan, no solamente les enseña a patinar.
“Es un ser maravilloso que ha llegado a nuestras vidas”, manifestaron y agregaron “ha caminado muchos años junto a nosotros y sabe de las necesidades de Felicitas, por eso no la deja ni a sol ni a sombra. Siempre está pendiente. Su palabra, es la nuestra”, manifestaron y agregaron “también nuestra hija es acompañada por Luisina Costa Gaglioti, su psicopedagoga y amiga. Gracias a ella, Feli puede leer, conoce los números y escribe. Todo en su medida, pero sucede”.
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