En el marco de la inauguración de la Escuela Laudato Si’ que se llevó a cabo el pasado jueves en el Aula Magna de la Universidad Urbaniana en la ciudad del Vaticano, la linqueña Francine Deane participó del encuentro con el Papa Francisco.
En ese marco, el Papa Francisco brindó la clase inaugural de la Escuela Laudato Si, en lo que significó el lanzamiento de Scholas Occurrentes como movimiento educativo internacional, del que participan jóvenes de distintos países.
Al respecto, la joven linqueña contó cómo vivió la experiencia y lo que significó representar al país: “siento que no fui sola a Roma, sino que Lincoln y un pedacito de Argentina vinieron conmigo; representar a Lincoln y Argentina es un orgullo inmenso que nunca creí poder vivir y mucho menos de manera tan intensa como lo fue esta experiencia”.
“Desde los primeros encuentros lo que reinó fue la curiosidad que nos llevó a tener un encuentro tan lindo; experimentar el intercambio con jóvenes que hablan otros idiomas, me pareció fascinante, muy nutritivo, creo que ese intercambio cultural fue lo mejor de esta experiencia”, resaltó Francine Deane.
En cuanto al encuentro con el Papa Francisco indicó que “fui con la idea de encontrarme con una persona de la magnitud y el poder, en el buen sentido de la palabra, que tiene el Papa y la verdad que el encuentro fue más que emocionante, me llegó un montón la calidez de su presencia y me emocionó mucho”.
En cuanto a la labor de Scholas Occurrentes, Francine explicó “la idea de Scholas es crear esto que llaman ‘aulas sin paredes’ que significa tirar abajo las paredes que tanto nos dividen por clases sociales, por creencias religiosas, por colores políticos, y fomentar la cultura del encuentro, poder mirarnos a la cara, poder nutrirnos entre nosotros y volver a sembrar esa semilla de esperanza para cambiar la educación y realmente poder generar un cambio en el mundo y en cada uno de nosotros”.
Por último, como mensaje a los jóvenes de Lincoln, la joven indicó “quiero decirles que estoy dispuesta y voy con la decisión de escuchar. Quienes participamos de la ‘Escuela Laudato Si’ tenemos como desafío llevar a cabo un proyecto para tratar alguna problemática de nuestra comunidad y creo que la única manera de determinar una problemática que haga la diferencia es escuchando, así que invito a los jóvenes a que me hagan llegar su propuesta para identificar un problema y buscarle una solución”.
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