El colectivo de artistas linqueñas “Arde Barro”, a partir del 20 de noviembre, edictará el taller de arte “Alas para ir” en el MuBal (estación de colectivo) y en los barrios de Lincoln. La iniciativa es gratuita y tiene como último fin la realización de un mural colectivo. Los interesados deberán inscribirse enviando un mensaje directo a la cuenta de instagram @ardebarro.
El taller será dictado por el colectivo de artistas linqueñas “Arde Barro”, conformado por Fernanda Molina, Susana Alcón, Gisela Palomeque y Elisa Massa. En el mismo se trabajará con arcilla en diversas creaciones con el objetivo último de crear un mural en donde se plasmarán todos los trabajos realizados por los concurrentes.
La apertura y el primer taller se llevarán a cabo el sábado 20 de noviembre, a las 18 horas, en el MuBal. En tanto, del 22 al 26 y del 29 de noviembre al 3 de diciembre, los encuentros serán en el CIC Plaza España. Paralelamente, el 27 de noviembre el taller tendrá como sede el CAPS del Barrio Norte; y el 4 de diciembre la biblioteca “Soldado Heredia” del Barrio La Rural. Todos los encuentros se llevarán a cabo desde las 16 horas.
En este contexto, “Arde Barro” se suma al proyecto “Alas para ir”, impulsado por un colectivo coordinado por la artista Paulina Rucco que se viene replicando en varias partes de Argentina. Se trata de un mural con alas de tamaño humano, construidas con plumas-módulo, realizado por cada uno de los participantes. Para su construcción, se llevan a cabo talleres previos, abiertos a la comunidad, donde se aprenden diversas técnicas de artes de fuego y cerámica.
Desde el colectivo “Arde Barro” manifiestan la importancia del poder creativo de la comunidad y de la expresión guiada para poder lograr un objetivo común. “Todos los que participan tienen un lugar en los créditos del mural. La idea que nos rige es que sin todas las manos en acción no es posible el mural, la comunidad crea las partes de la obra final”.
“Queremos que cada individuo pueda vivenciar su rol e importancia en el grupo, su aporte, su poder transformador y que al mismo tiempo pueda realizar una reflexión sobre el lugar del arte y la cultura en el barrio. Esto se ve coronado con un último movimiento, que es cuando cada persona interactúa con el mural tomándose una foto con las alas puestas, para que la obra pueda leerse como completa. Así se ve plasmada la idea de ´soy uno con la obra, la obra es el producto de todos, soy uno con todo´”, concluyeron.
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