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El doctor atiende durante la mañana y permanece de guardia pasiva el resto del día.
LINCOLN

Un venezolano será el primer médico para los vecinos de Las Toscas

Después de muchos años, la localidad cuenta con un doctor que está disponible las 24 horas del día para atender a la comunidad. Al llegar, lo recibieron con comida y elementos para su nueva casa.

Hacía muchos años que la localidad de Las Toscas –un pueblo de 500 habitantes, con acceso de tierra y ubicado a más de 80 kilómetros de la ciudad cabecera de Lincoln-  no contaba con un médico propio que viviera en el lugar y estuviera allí para atender los casos de emergencia. Tres veces por semana, una médica de Martínez de Hoz, llegaba para atender a la comunidad, mientras que los demás días no había otro profesional de la salud disponible para actuar ante un cuadro que requiriese intervención inmediata. Desde el año pasado, el pueblo cuenta con una ambulancia equipada, con chofer y dos enfermeros que rotan para hacer guardia. Pero, desde el primer día de julio de este año, los vecinos de Las Toscas empezaron a dormir tranquilos tras concretarse la puesta en funciones del médico venezolano Oscar Enrique Ocanto González.
Oscar Enrique Ocanto González (27) llegó en micro a Lincoln junto a su mujer María y allí fueron recibidos por el delegado de Las Toscas, Roberto Cabrera, quien los ayudó a cargar las cuatro valijas llenas de ropa que traían. Mientras tanto, en el pueblo los esperaba una casa calefaccionada y totalmente equipada, lista para habitar. Los vecinos se habían organizado para recibir al doctor y se ocuparon de llenarle la heladera con comida, le regalaron una pava eléctrica y le donaron ropa de cama, almohadas, un calefactor eléctrico y hasta leña para la estufa. Por su parte, desde la delegación y la Cooperadora de la Unidad Sanitaria, se ocuparon de pintar la vivienda –situada al lado de la salita- y de avanzar con las tareas de refacción. Así recibieron al médico los vecinos: agradecidos por volver a contar con un servicio indispensable del que habían prescindido durante años.
La situación crítica que atraviesa Venezuela impulsó a Oscar Enrique Ocanto González y su mujer odontóloga a venir a la Argentina. Están en nuestro país desde hace más de diez meses y llegaron a Lincoln en el marco de un convenio con la Asociación de Médicos Venezolanos en Argentina, a través del Círculo de Legisladores de la Nación Argentina. Además de atender de manera presencial de 8 a 13 en la Unidad Sanitaria y luego permanecer de guardia pasiva, el médico venezolano prestará servicio en el pueblo vecino de Carlos Salas, que próximamente tendrá el suyo propio. Mientras tanto, su esposa aguarda a que los papeles vinculados a su título de grado sean definitivamente autorizados para comenzar a ejercer su trabajo. 

Junto al secretario de Salud de la Municipalidad de Lincoln, Dr. Sergio Lorenzo y el delegado de Las Toscas, Roberto Cabrera, esta semana el intendente del distrito, Salvador Serenal, acompañó al Dr. Ocanto González en su primer día al frente de la Unidad Sanitaria. En los últimos meses, Lincoln incorporó médicos para las localidades de Bayauca, El Triunfo y Martínez de Hoz para garantizar el servicio. “Ni bien trabé contacto con la Municipalidad de Lincoln, llegué al pueblo de Las Toscas para conocerlo, quería saber cómo era la gente, cómo se vivía acá, y acepté la propuesta inmediatamente” dijo el Dr. Ocanto González a Democracia y agregó que “los vecinos y la delegación nos ayudaron mucho, estamos viviendo al lado de la sala y nos esperaron con todo lo que hacía falta para instalarnos”.
Oscar Enrique Ocanto González obtuvo su título de grado en su país natal hace tres años y llegó a la Argentina porque “era imposible seguir viviendo en Venezuela”. En este sentido, el doctor señaló a Democracia que “estábamos atravesando una situación muy difícil, trabajando para nada y quisimos venir a Argentina para ejercer nuestra profesión, allá la situación económica es muy crítica, no hay medicamentos, ni insumos, era imposible seguir”. Consultado respecto de las necesidades del pueblo, Ocanto González dijo que, hasta el momento, se recibieron consultas por pacientes hipertensos, diabéticos y con estados gripales producto de la época del año. “Acá estamos muy tranquilos, se respira mucha tranquilidad, los vecinos nos recibieron con los brazos abiertos y nos hacen sentir como en casa”, dijo el doctor.
Por su parte, el delegado Roberto Cabrera, manifestó el entusiasmo por volver a contar con un médico que esté a disposición del pueblo las 24 horas y señaló a Democracia que “en ocasiones de emergencia teníamos que salir con la ambulancia por el camino de tierra hasta Martínez de Hoz, esa era nuestra primera parada y, en caso de ser necesario, seguíamos hasta Lincoln, ahora podemos dormir tranquilos porque sabemos que el médico está acá” y agregó que “si bien los caminos rurales se mantienen, en épocas de lluvia a veces se complica para salir, por eso todos recibieron a Ocanto González con alegría, porque viene a ofrecernos un servicio que no teníamos todos los días”.

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