El Colegio "Nuestra Señora" festejó sus 100 años

Con motivo de celebrase los primeros 100 años del Colegio Nuestra Señora, la institución organizó una serie de eventos que reunieron a autoridades, alumnos, docentes y vecinos.
El viernes 14 se efectuó una misa en el patio del establecimiento, oficiada por el obispo Martín de Elizalde donde la comunidad educativa de Lincoln fue parte de un importante festejo.
Del oficio religioso participó el Intendente Fernández, quien además cursó sus estudios primarios y secundarios en la agasajada institución.
Como un siglo de vida no es poca cosa, el sábado 15 de agosto se realizó el acto oficial, con las presencias del jefe comunal, autoridades municipales, legislativas, educativas, directivas de la institución, actuales y retiradas, docentes, alumnos y toda la gran familia del Colegio Nuestra Señora. Pasadas las 9 horas del sábado, el acto inició con el descubrimiento, por parte del Intendente Fernández, el Obispo Martín de Elizalde, la Inspectora de DIPREGEP Cristina Giacobone y varias autoridades más, de una placa en la galería de la escuela que dejó recuerdo de la singular fecha. A posteriori, hicieron ingreso las banderas de ceremonia del establecimiento, continuando con el izamiento del Pabellón Nacional a cargo de ex docentes y directivos, completando el protocolo con la entonación del Himno Nacional Argentino interpretado por la Banda Municipal de Música.
Las palabras corrieron por cuenta de Adriana Scalzo, Directora de Primaria, Nélida Gacio ex alumna y docente, continuando el Obispo Martín de Elizalde, la Inspectora de la Región 14, Cristina Giacobone y como corolario el Intendente Jorge Fernández.
Cerrando el emotivo acto, la ex alumna y madre de alumna, Verónica Comín, interpretó el Ave María.
Finalizando con la propuesta por el centenario, la comunidad educativa del colegio disfrutó de un gran almuerzo en el salón sito en el predio de la Sociedad Rural de Lincoln. Alumnos y docentes de todos los tiempos hicieron comunión en un momento muy especial con la compañía del obispo, quien bendijo los alimentos de los presentes. Un festejo a toda marcha, colmado de reencuentro e historias que de seguro quedarán en el recuerdo de todos.