Julia Vega junto a su profesor Daniel Villar en Jesús María.
Julia Vega junto a su profesor Daniel Villar en Jesús María.
CULTURA

Julia Vega, de O´Higgins, bailó folklore en el imponente campo de Jesús María

Con tan solo 20 años, la joven representó a la Región en el tradicional festival que se realiza en la provincia de Córdoba. Participó en una puesta comunitaria junto a 200 personas de todo el país.

Julia Vega nació en Chacabuco, pero a los cuatro años se mudó a la localidad de O´Higgins. Allí, apenas llegó, su abuelo Beto la incentivó para que comience a bailar folklore. Fue así que, en sus primeros años, la joven empezó a formarse en la Escuela de Actividades Culturales del pueblo. Luego, ya un poco más grande, en la tradicional Fiesta de la Empanada en el mes de febrero, observó a un bailarín y se convenció para profesionalizarse en el género. “A los 13 años empecé ir a Junín a estudiar en el Instituto de Arte Folklórico (IDAF) con Daniel Villar y no paré. Hice la carrera profesional y el año pasado me recibí”, expresó Julia y contó que gracias a su profesor pudo participar en dos oportunidades del baile comunitario que se realiza todos los años en Jesús María. 

“La primera vez que participé, fue diferente, éramos como mil personas bailando y fue un lío. Yo era más chica y casi no me acordaba, fue una experiencia totalmente distinta”, relató la joven y agregó: “este año pude disfrutar de otra manera, sólo éramos 200 personas y estaba más organizado”. 

A los 20 años, Julia es profesora de folklore y estudia profesorado de Filosofía en la ciudad de Junín. Desde chica creó un lazo fuerte con el género gracias a su abuelo Beto y a su familia que siempre la acompaña y disfruta junto a ella. “Hacía mucho que no estaba en contacto con mi profesor y cuando me llamó para proponerme ir a bailar, me sorprendí mucho. Fue tremendo, me puso muy feliz que haya pensado en mí”, mencionó la joven y agregó: “Enseguida organizamos todo con mi familia, que me apoyó desde el primer momento y me acompañó los tres días”.

Así, la adolescente viajó a Jesús María y el miércoles 11 de enero pudo presentarse en el campo de jineteada donde participó de una zamba y un pericón. “Estuvimos el lunes y martes con los ensayos y el miércoles fue la presentación. Fue una experiencia muy linda, donde disfruté mucho. Conocí gente de todo el país e hice muchos contactos que me pueden servir para el futuro”, relató la joven quien desea continuar su carrera con el folklore y declaró: “fue algo increíble, no tomás dimensión hasta que salís y ves la cantidad de gente que hay y que todo el país te estaba mirando. A todos les gustó, creo que eso fue lo más importante de todo, porque fue un espectáculo para ellos”. 

Su carrera profesional

Además de estudiar Filosofía, Julia desea continuar su carrera con el folklore y comenzar a dar clases. En la actualidad, representa a su prima Candela, quien es su primera alumna. “Es un poco inexplicable la relación que tengo con el folklore, es muy fuerte. Por eso, mi deseo es poder continuar con mi carrera, aunque sé que es complicado vivir de esto”, aseguró y contó que su objetivo es seguir viviendo estas experiencias sin cortar este lazo que tiene con el folklore. 

En cuanto a su mayor referente, Julia expresó: “sin dudas es mi profesor, es un genio y tiene una gran carrera con el género. Él me enseñó todo y me inculcó este amor por el baile”. 

El folklore en su adolescencia

La joven contó que cuando asistía a la secundaria se dificultaban los horarios de ensayos porque eran los viernes y sábado durante todo el día, justo cuando sus amigas se juntaban para salir o compartir alguna actividad. “A esa edad los gustos son bien diferentes, entonces lo que me pasaba era que terminaba forjando amistades dentro del círculo del folklore, pero no me sentí distinta ni tuve la presión social de hacer algo que no es tan común a mi edad”, contó Julia y agregó “ahora es más fácil, cada una tiene sus gustos y cosas que le apasionan”. 

En ese sentido, Vega mencionó que le gusta asistir a peñas junto a su familia y a los famosos “callejeros” que se organizan en distintas ciudades de la Región. “Me encanta ir a bailar con gente que no conozco y compartir esos momentos. Lo más lindo para mi es la zamba, por todo lo que transmite y el sentimiento que se le pone”, concluyó. 

COMENTARIOS