Claudia Levato tiene 59 años y hace más de 25 años que se dedica profesionalmente al tango.
Claudia Levato tiene 59 años y hace más de 25 años que se dedica profesionalmente al tango.
RECONOCIMIENTO

Claudia Levato, de O´Higgins, recibió el premio tanguero “Magaldi de Oro”

La cantante de tango de 59 años, oriunda de la vecina localidad partido de Chacabuco, fue premiada por el Festival organizado por La Ruta Internacional del Tango. Un reconocimiento a su larga y comprometida trayectoria.

Hace 59 años, Claudia Levato nació en O´Higgins, partido de Chacabuco. Siempre estuvo vinculada a la música. Comenzó su carrera cantando folklore y luego, gracias a un gran amigo, Osvaldo Mazú que insistía para que cantara tango, se decidió por ese género. A partir de ese momento, comenzó a profesionalizarse y a presentarse en distintos escenarios regionales y también nacionales.

Hasta que, en el año 2017, tuvo la oportunidad de cantar en el Festival Internacional de Tango de Medellín, Colombia, uno de los más reconocidos entre los tangueros por tener su escenario en el lugar donde cayó el avión de Carlos Gardel. Luego, cuando regresó, la llamaron para el Festival de La Falda, en Córdoba donde cantó con los artistas más reconocidos del país. “Osvaldo era un gran amigo mío, un hermano te diría.

Él era quién insistía siempre para que cante tango. A él le gustaba mi voz para ese género, porque yo cantaba folklore”, contó Claudia y relató que “después,en un cumpleaños en Junín, me pidieron un tango y justo estaba Alfredo Farías, que es un pianista reconocido de la ciudad y me acompañó. Ahí empecé a tomar clases con él, pero siempre para el lado del folklore, hasta que la gente me empezó a decir que me dedicara al tango”.

A partir de ese momento, Levato no paró de incursionar en el mundo tanguero. Su primera presentación la realizó en “Chiqué, y luego llegaron los shows privados, fiestas populares y distintos escenarios de la Región y Capital Federal. “Me costó un montón meterme en el circuito, porque no es fácil. Y más siendo mujer. Al principio, salía mucho a cantar afuera, porque en Junín no me invitaban”, expresó y confesó que “por suerte mi marido Ángel me acompañaba a todos lados, porque es un mundo muy masculino, y no es que te de miedo el hombre, pero a veces pasan cosas desagradables. Fue fundamental el apoyo de toda mi familia”. 

En relación a sus preferencias musicales, manifestó que “me gusta todo lo que sea milonga. Soy muy rea, me gusta el tanto reo. Juárez y Goyeneche, son los que más me gustan.

Yo interpreto mucho más que cantar, me defino más como cantora que como cantante, porque voy al escenario a contarles una historia de cada cosa que interpreto para la gente.

La gente no es solo lo que va a escuchar sino lo que ve, porque yo trato de transmitir lo que estoy diciendo”.  

Su experiencia en grandes escenarios

En el año 2017, Claudia viajó con una amiga a Medellín, Colombia para participar del Festival Internacional de Tango, un lugar donde todos los tangueros quieren ir. “En el lugar donde cayó el avión de Carlos Gardel hicieron un anfiteatro enorme y allí se hace todos los años el festival. Me invitaron y como no quería ir sola, me acompaño una amiga”, contó y agregó que “cuando volví me llamaron para el Festival de La Falda, en Córdoba y allí estuve cantando con todos los grosos del tango.  Esos dos escenarios siempre los nombro porque fueron los más impactantes y es muy difícil llegar ahí, no es que te invitan todos los años”. 

Premio Magaldi de Oro

Este año, Claudia recibió el Premio Magaldi de Oro que otorga el Festival Internacional de Tango Agustín Magaldi, de la ciudad de Casilda que es organizado por La Ruta Internacional del Tango. Un reconocimiento que todos los años se otorga a cinco personas para destacar su labor y compromiso con el género.

“Siempre es una alegría cuando te dan un reconocimiento. Hay muchos premios, pero este es especial. Es hermoso, me re emocioné”, explicó y aseguró que “igualmente, siempre el mayor placer es el aplauso de la gente. Pero no el aplauso fingido, sino el que sale del alma. Me han hecho llorar en el escenario, y después de la pandemia más. Una está más grande y se fija más en otras cosas. A mí me sigue emocionando el aplauso, es lo que me da ganas de seguir adelante”.

Su escenario más difícil

En cuanto a sus presentaciones en O´Higgins, Levato confesó que “es el peor de todos a nivel nervios y emociones. A mí me encanta ir a cantar al pueblo. No voy muy seguido, porque a veces no se da, pero he ido muchas veces y es todo nervios porque todos me conocen y no puedo ir a venderles nada porque ya saben quién soy” y agregó “allí hay gente que quiero y que me quiere mucho, y volver siempre es una fiesta. Me encanta y emociona mucho ir al pueblo”.

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