Desde el comienzo de la pandemia, Cruz Roja Argentina Filial Chacabuco participa de distintos operativos, con el fin de evitar el avance del virus en el distrito y los contagios masivos, de manera que el sistema sanitario pueda tener capacidad de respuesta. En diálogo con Democracia, el presidente de la institución, Sebastián Buscalia, detalló el trabajo que hacen y se refirió a cómo cambiaron los hábitos de los voluntarios en relación con sus afectos y actividades cotidianas.
- ¿El trabajo de la Cruz Roja fue cambiando desde el comienzo de la pandemia a esta parte?
- El 15 de marzo realizamos una capacitación interna acerca del coronavirus y, dos días después, nos convocó el intendente para realizar el control sanitario en los accesos a Chacabuco. Ese mismo día nos empezamos a organizar y armamos distintas comisiones. El 18 de marzo empezamos con los controles de temperatura y en abril sumamos la prueba del olfato, lo hicimos hasta el 30 de septiembre, cuando finalizamos nuestra actividad en los accesos. Además de los controles sanitarios se fueron sumando actividades como la de integrar el Consejo Social, el Comité de Crisis, la colaboración en el armado del Hospital de Campaña, primeros auxilios a las personas que esperaban ingresar a los bancos apenas abrieron, entre otras.
- ¿En qué aspectos cree que se vio fortalecida la filial a partir de la labor en esta contingencia?
- La Filial se ha visto fortalecida en cuanto a visibilidad de nuestras actividades, el poder de adaptación y organización, el vínculo con el Municipio como auxiliares del Estado que somos y respecto a una mirada más interna en el recurso humano con el incremento de la cantidad de personas en el voluntariado, el fortalecimiento de las capacidades del voluntariado, la experiencia; y también en cuanto al recurso material con la entrega por parte de nuestra Sede Central de una camioneta Ford Ranger 0 km.
- ¿Ahora empiezan a trabajar en el rastreo de contactos estrechos?
- Recibimos capacitación por parte del equipo de Salud del Hospital Municipal para sumarnos como rastreadores a su equipo. El intendente nos pidió la colaboración y hoy ya estamos realizando los rastreos de contactos estrechos por teléfono. Somos diez los voluntarios de Cruz Roja que nos hemos sumado como rastreadores.
- ¿En qué aspectos se modificaron sus hábitos a partir del trabajo permanente para contener la situación?
- Noté cambios en las formas de relacionarme con los demás, al principio estaba las 24 horas disponible para Cruz Roja. Siempre destaco a las familias del voluntariado porque se dedica mucho tiempo a colaborar con el prójimo. Mis padres integran el grupo de riesgo, por ende, no los veo más que desde la vereda para hacerles algún mandado; a mis amigos los veo virtualmente y en el tiempo que puedo; en lo laboral, me han apoyado plenamente tanto mi socia como mi secretaria en lo que respecta al tiempo dedicado a las actividades voluntarias y a mi único sobrino, que está cumpliendo 7 meses, aún no lo he podido alzar a upa ni una sola vez.
- ¿Cuál cree que fue la situación más difícil en este tiempo?
- Los momentos más arduos fueron cuando no podíamos ayudar, cuando teníamos que esperar porque no teníamos los equipos de protección personal, al principio gastamos lo poco que nos quedaba en la Filial y hasta algunos hemos puesto dinero propio, pero no alcanzaba porque costaba conseguir los equipos e insumos. Cuando se implementó la prueba del olfato, tardaron unos días en autorizarnos desde nuestra Sede Central. Hubo un momento muy particular, muy difícil, que fue cuando una de nuestras voluntarias perdió su trabajo remunerado por su labor en Cruz Roja; su empleadora le dijo que, de seguir realizando controles sanitarios en los accesos y exponiéndose, no la podría tener más como su empleada. La dejó sin trabajo, soltera y con su hijo menor de edad cursando la escuela primaria.
- El voluntariado debe tener muchos momentos gratificantes
- Es gratificante cada actividad, capacitación, experiencia, cada voluntario o voluntaria nueva que se suma, cada vínculo formamos con las distintas áreas municipales en los controles sanitarios, por ejemplo. Además, hubo gestos que nos llenaban de fuerzas, muchos niños y niñas nos hicieron dibujitos, videos, nos decían "fuerza Cruz Roja", "gracias Cruz Roja", hasta nos han cocinado y hecho llegar comida o algo caliente a los puestos en las noches frías. Lo más gratificante es poder ayudar a alguien que lo necesite.
- También van a empezar a trabajar en la temática de violencia de género
- Se presentaron muchos episodios de violencia de género en este contexto de pandemia y este proyecto tiene como propósito contribuir a la reinserción laboral de las mujeres que se encuentran en esta situación, generando habilidades y capacidades relacionadas con oficios que les permitan generar medios de vida. Con esto apuntamos a contribuir en la reducción de los daños asociados a la violencia de género no solo en lo físico, sino también en lo económico y en lo psicológico.
- ¿Cuáles son las otras actividades que llevan adelante desde la Cruz Roja?
-En este momento, todas nuestras tareas se encuentran al servicio de la respuesta a la pandemia. Por ejemplo el servicio de Afrontamiento del aislamiento social que desarrollamos a través de llamados telefónicos a la comunidad en general que lo solicita o del sistema de rastreo y al proyecto llamado "Mujeres resilientes construyendo caminos". En Cruz Roja trabajamos a través de diferentes líneas: Promoción de la Salud (VIH, Reducción de Daños asociados al Consumo de Sustancias Psicoactivas, Enfermedades No transmisibles, Donación de Sangre, entre otras), Primeros Auxilios (haciendo capacitaciones en la comunidad y cursos que por este momento se desarrollan en forma virtual), Gestión de Riesgos y Desastres (que en este momento se encuentra abocada al trabajo general de respuesta a la pandemia).
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