CHACABUCO

Didácticos RZ, un emprendimiento familiar que nació en plena pandemia

Walter Rubino es de Chacabuco y, tras suspenderse su trabajo por el coronavirus, comenzó a elaborar juguetes de madera para chicos. Él y su familia se ocupan de armar el packaging, contestar consultas en las redes sociales y comercializar los productos hechos de manera cien por ciento artesanal.

Desde que la OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró la pandemia por el coronavirus en el mes de marzo, en Argentina y demás países del globo se suspendieron distintas actividades consideradas de alto riesgo de contagio de Covid-19. De esta manera, los eventos masivos fueron suspendidos en el primer momento y todo indica que estarán entre los últimos en autorizarse nuevamente. Walter Rubino (46) es vecino de Chacabuco, tiene tres hijos de 27, 17, 7 años y un bebé de ocho meses de gestación en camino, y su trabajo se enmarca en lo que es la iluminación y energía para espectáculos, por lo que el Cosquín Rock fue su último escenario laboral y, luego de cancelarse el festival Lollapalooza 2020, no sabrá cuál será el próximo. En diálogo con Democracia, Walter repasó las sensaciones de los primeros meses sin trabajo, la incertidumbre, y la nueva oportunidad de avanzar con un emprendimiento familiar. 

- ¿En qué momento se vio pausado su trabajo en espectáculos masivos?
- Yo trabajo en lo que es iluminación y energía para espectáculos, para dos o tres empresas grandes de Buenos Aires. Ya hace veintiséis años que me dedico a eso, he hecho todo tipo de espectáculos, nacionales, internacionales, giras por Argentina y otros países. Los últimos eventos que hice fueron en el verano; cuando volví del Cosquín Rock, el 6 de marzo, estaba preparando todo para volver a irme el 16, porque empezábamos con el armado de toda la parte de energía del festival Lollapalooza, y me llamaron por teléfono y me dijeron “no vengas, se canceló por esto que está pasando”. Y así fue.

- ¿Cómo transitó los primeros meses sin trabajo?
- Los primeros meses de cuarentena fueron muy difíciles, más sabiendo que mi rubro fue el primero que paró y el último que se va a reanudar, porque todo espectáculo es con público y, hasta que no haya vacuna no creo que vaya a haber shows en Argentina. Va a ser muy difícil que vuelva todo. Los primeros dos o tres meses fueron muy difíciles en mi cabeza, uno piensa mucho en que no tiene plata propia. Los primeros meses me ayudó mi mamá, mi exmujer y mi mujer actual me acompañaron para bancar a mi hijo estudiando en Buenos Aires, también a bancarme a mí. Estuve tres meses sin nada de trabajo porque en Chacabuco soy electricista y se cortó todo. Fue muy difícil, realmente. En una charla familiar salió esto de probar con el emprendimiento y así empezamos. 

- ¿Le había ocurrido una situación similar previamente?
- Nunca jamás me había pasado de estar tantos meses sin trabajar y, mucho menos, sabiendo que van a venir muchos más sin trabajo por delante. Lo máximo que estuve fueron tres o cuatro meses, por la situación económica en el país. Mi trabajo va muy a la par de eso, porque hay un empresario que pone la plata, y si todo está complicado, el empresario no la pone. Con esto es distinto porque ya llevamos seis meses y sabemos que en los próximos seis a ocho meses no va a haber espectáculos con público presente. Por eso buscamos esta alternativa.

- ¿En qué consiste el nuevo emprendimiento familiar?
- El emprendimiento consiste en hacer juguetes didácticos para chicos. Hacemos rompecabezas, autitos, Torres de Hanoi, tenemos kits de bloques de madera de colores para que los chicos jueguen, tenemos un kit que trae dos o tres antifaces, lentejuelas, brillos y cosas para que los chicos chiquitos decoren a gusto y placer los antifaces para usarlos. Tenemos el otro kit que es de huerta, que trae dos macetas, tierra, instrucciones. En principio le sumábamos semillas de hortalizas por el invierno pero ahora, en primavera, seguramente ponemos semillas de flores.

- ¿Cuánto tiempo le dedica?
- Le dedico bastantes horas, no quizás las que quisiera porque, por suerte, conseguí otro trabajo, más algunas cosas que hago como electricista. Unas cuatro o cinco horas por día necesito dedicarle porque cada producto lleva cierto tiempo de elaboración. Si me pongo a hacer autitos, no puedo hacer uno solo, tengo que hacer entre ocho y diez, terminados, para después dedicarme a otro producto. Le dedico dos días a cada producto para generar cierto stock. Yo estoy en el taller, con la parte del cortado de madera, lijado, detalles, y mi mujer está con la parte de terminación, pintura, packaging. Mi hijo de siete años nos da consejos de los colores que le gustan los autos, los colores que tenemos que hacer para los chicos, nos ayuda mucho. 

- ¿Cómo les está yendo? ¿Superaron las expectativas?
- Llevamos un mes pleno de trabajo, entre que empezamos a fabricar y vender, pasamos el Día del Niño, nos fue bien, mejor de lo que esperábamos. Ojalá que siga así, ahora estamos generando nuevo stock de acá a fin de año. Tenemos fe de que se va a ir vendiendo algo.  Con Papá Noel, Reyes seguramente va a haber ventas. Tenemos mucha expectativa de que esto funcione y queremos crecer, sería una ayuda muy grande. Esto es muy artesanal. En el taller hago todo con máquinas mías, lijado manual, no hay máquinas industriales. Tratamos de mantener lo artesanal y, en este momento, mucha gente prefiere lo artesanal antes que lo industrial. 

- ¿De qué manera puede contactarse la gente con ustedes?
- El medio de comunicación que tenemos con la gente, para consultas y  venta, es la red social Instagram, allí nos encuentran como @didacticosrz, lo maneja mi mujer, Celeste Zabala, con la hermana, Nair Zabala. Ella también trabaja en espectáculos y está en la misma que yo, así que toda la parte de comunicación con la gente la manejan ellas. Es una cuestión generacional, yo no tengo mucha idea de las redes sociales y todo eso, así que se ocupan ellas. También pueden comunicarse por Whatsapp al 2364-641111. 

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