La marcha en pedido de justicia por el crimen de Silvia Pereyra, que se desencadenaba de manera pacífica, se tornó violenta en el momento en que los manifestantes llegaron a la casa del intendente Víctor Aiola, luego de pasar por la Comisaría y mantener diálogo con autoridades policiales y de Seguridad.
En el domicilio del jefe comunal comenzaron los disturbios: un grupo de personas arrojó huevos y piedras contra la fachada mientras que en la puerta se dispuso un cordón de efectivos policiales para garantizar seguridad.
Este mediodía, dieron a conocer las imágenes de cómo quedó el domicilio de Víctor Aiola tras los incidentes. Por su parte, los hijos de Silvia Pereyra emitieron un comunicado donde aseguran que solo tienen palabras de agradecimiento con las autoridades policiales y municipales, y que no participaron ni de la marcha ni de los incidentes posteriores.
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