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BRAGADO

La vendieron cuando era bebé y se reencontró con la familia

Luego de una larga búsqueda, Marcela Elías conoció a sus padres biológicos tras 48 años.

Marcela Elías es una vecina de Bragado que fue vendida al nacer y, luego de 48 años, logró reencontrarse con sus padres biológicos. "La historia empieza el 1 de noviembre de 1972, cuando mi mamá -después de estar dos meses cautiva en la casa de una partera- me dio a luz y la partera me vendió. Quien hizo la entrega fue mi abuela, ahí nació Marcela y dejó de existir Ana Paula, el nombre que me apropio ahora, a los 48 años. Estuve todos estos años sabiendo que era sustituta, que no es lo mismo que adoptada, figuro como hija legítima de quienes no son mis padres", contó Marcela en diálogo con Mega Bragado 98.3.

"Mucha gente ha compartido mis videos de búsqueda en internet, fui a Derechos Humanos en La Plata, a la casa de la partera, por ese lado supe que nunca iba a encontrar a mi mamá y mi papá. Gracias a la difusión, esa botella al mar llegó el 9 de julio de 2020 a ojos de mi prima, ahí empezamos, nos convertimos en investigadoras privadas, hubo muchos silencios", señaló Marcela.

"Somos 3 millones de personas con identidades sustituidas en Argentina y nuestras historias están rodeadas de secretos familiares y mentiras. Nos hicimos un ADN con mi hermana, ellos pensaban que yo era varón, el 19 de agosto llegaron los resultados, somos hermanas por parte de madre y padre, pude hablar con mis padres por videollamada. Había prometido que si encontraba a mi madre iba a seguir luchando por un banco de ADN que no se circunscriba a un período de la historia", dijo Marcela y agregó que "es muy difícil desanudar estas historias, yo de chica buscaba evidencia, mi partida de nacimiento es una vergüenza, no sé cómo logré hacer trámites con eso. Hoy estoy con asistencia psicológica, psiquiátrica". 

Por otro lado, Marcela contó que "mi papá y mi mamá no eligieron entregarme. La primera palabra que me dijo mi mamá fue 'hija' y la tercera fue 'perdón'. Se cree, socialmente, que los hijos sustituídos tenemos que ser agradecidos y los padres tienen que sentir vergüenza y culpa, cuando hubo algo que no pudieron decidir" y agregó que "cuando me enteré de que era sustituta tenía 25 años y con mi primo sustituto agarramos el auto y fuimos a lo de partera. Era una mujer muy oscura, que se manejaba en un mercado muy bien armado. Su nombre era Aurora Souto, murió hace dos años, como ella hay muchísimas más".

En cuanto a sus nuevos desafíos, Marcela contó que seguirá luchando por el banco de ADN y se pregunta cómo se inserta un hijo de 48 años en una familia. "Me parezco a ellos en los valores, la sangre de ellos corre por mis venas", dijo y agregó que "hace un mes que no los veo, mi mamá tiene 62 y mi papá 66, ¿Cuánto tiempo tenemos para estar juntos? ¿Cuánto nos queda?".

Marcela buscará una quinta en Bragado para alquilar y transitar allí los días en familia.

 

 

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