Un vecino de la localidad de Arribeños, propietario de una agencia de quiniela, denunció que una mujer se había acercado queriendo cobrar una suma de dinero siendo que no había jugado previamente a los números que resultaron ganadores.
La mujer se retiró del lugar en una camioneta Eco Sport y el personal policial se ocupó de buscarla. Al encontrarla, la mujer, de aproximadamente 30 años de edad, había repetido la maniobra en una agencia de General Arenales. Una vez interceptado el vehículo, fueron a la comisaría y secuestraron 36 jugadas de quiniela, tanto en Arenales como en Arribeños y Teodelina.
Según estableció el comisario Gerardo Imhof a Canal 7, se trata de una banda delictiva que repite la mecánica de estafa en distintas localidades y la causa fue caratulada "Estafa en grado de tentativa".
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