TRAS EL ASESINATO DE LA NIÑA EN ALMIRANTE BROWN

Crearán un fuero juvenil para las causas en las que haya menores

Tendrá fiscales y defensores para los jóvenes que hayan perdido la tutela de un juez.

Tras el asesinato de la nena de Almirante Brown cometido por dos hermanos de 7 y 9 años, se reanudó la polémica sobre cómo tratar y disminuir los casos de delincuencia cometidos por menores.
En este marco, la Procuradora de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, María del Carmen Falbo, anunció que en junio comenzará a funcionar, en algunos departamentos judiciales, el Fuero Juvenil, con fiscales y defensores para los menores que ya no quedarán bajo la tutela de un juez.
“Se nos ha adjudicado la creación del Registro de Menores que será importante, no sólo para identificar los delitos y quienes delinquen, sino también para proteger a los menores de la incertidumbre que tienen cuando son perseguidos y no son los verdaderos autores porque fueron utilizados por mayores”.
La magistrada reconoció que “el tema de la droga ha incidido en que algunos menores drogados cometan delitos y otros delincan para comprar droga”.
“Ese es un tema serio que hay que tomarlo global-mente. Los problemas no son separados, son un conjunto. El tema social y económico también: todo incide en la mayor delincuencia”.

Inquietante

El Presidente del Instituto de los Derechos del Niño de la Facultad de Derecho de la UNLP, Ernesto Do-menech, dijo que “la situación de la infancia es preocupante”.
“Hemos tenido una especie de exceso de palabras, exceso de discursos académicos y legales y un deterioro de la infancia con instituciones incapaces de contenerla y de formarla”, consideró Domenech esta tarde en declaraciones radiales y destacó un contrasentido del país: cuando la Convención de los Derechos del Niño tuvo rango legal, empezó a crecer la mortalidad infantil.
Esta paradoja, agregó el profesional, “debería darle lecciones a la democracia, que ya es adulta, para que esto no se repita”. La funcionaria judicial dice que se genera un círculo que calificó como perverso: “leyes y garantías por doquier y en los hechos, lo contrario”.
“De qué vale construir un derecho que no se cumple. ¿Para qué sirve? ¿Para marcar un incumplimiento? ¿De qué sirve estar consagrando derechos si no tiene prácticas que lo sustenten?”, se preguntó preocupado.

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