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POR EL ESCANDALO DE LOS POLICIAS

Más control a la emisión de certificados escolares

Lo pidió Mario Oporto, ministro de Educación de la Provincia, mientras continúan las investigaciones internas en la bonaerense.

Luego de que se revelara que unos 1.000 efectivos de la policía bonaerense presentaron certificados de estudios secundarios truchos ante las autoridades del Ministerio de Seguridad para acceder al cargo oficial, el titular de Cultura y Educación, Mario Oporto, dijo ayer que habrá que controlar más la emisión de estos certificados en la Provincia.
Anteayer, la Unidad Funcional de Instrucciones Complejas de La Plata empezó a investigar el caso a partir de las denuncias presentadas por Asuntos Internos de la cartera que conduce Carlos Stornelli.
Ayer por la mañana Oporto dijo que la cartera colaborará en la investigación y aclaró que “es un gran delito” por lo que “se intentará mejorar la seguridad en la emisión de los títulos”.
Cabe recordar que todo comenzó hace alrededor de dos meses, cuando la Audi-toría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad remitió a los fiscales Carlos Argüero y Esteban Lombardo los primeros casos detectados a través de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia.
"Se trataba de analíticos y títulos secundarios con notorias irregularidades, que habían sido presentados por agentes de la fuerza", explicó un allegado al expediente. ¿A qué se refiere con notorias irregularidades?
La mayoría de los documentos pertenecen a instituciones educativas de pequeñas localidades de otras provincias, con sellos apócrifos, firmas adulteradas y programas educativos perimidos, entre otros "detalles".
"Los policías presentaban esos títulos o analíticos a fin de obtener un ascenso o el reconocimiento económico en los haberes, documentación que siempre es remitida por el Ministerio de Seguridad a la Dirección de Escuelas -detalló el mismo vocero-, donde detectaron los fraudes".
Para entender estas maniobras hay que remontarse a fines de 2004, cuando el por entonces ministro de Seguridad León Arslanián diseñó un nuevo escalafón en la fuerza, que anuló las antiguas jerarquías de suboficiales y oficiales y redujo los 17 rangos, a 9: oficial; sargento; teniente; teniente primero; capitán; inspector; inspector mayor; intendente; y superintendente. A partir de la nueva ley, los antiguos suboficiales quedaron asignados de este modo: sargento 1°, como sargento; sargento ayudante y suboficial principal, como subteniente; y suboficial mayor, como teniente o teniente 1°.
“Ahora, todos los policías egresan como oficiales y tienen título secundario, pero los que antes eran suboficiales no pueden ascender de jerarquía si no tienen completo ese nivel”, explicó un vocero de la fuerza. Esa es la clave, ya que a nivel salarial, el reconocimiento del título se traduce en un plus que no supera los 40 pesos.
“Los policías presentaban esos títulos o analíticos a fin de obtener un ascenso o el reconocimiento económico en los haberes, documentación que siempre es remitida por el Ministerio de Seguridad a la Dirección de Escuelas -detalló el mismo vocero-, donde detectaron los fraudes”.
Los agentes que presentaron la documentación fraguada fueron sumariados administrativamente, pero a los fiscales les interesa identificar a los que confeccionaron esos títulos, seguros de que se trata de una misma banda.

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