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LA PROVINCIA | ANÁLISIS POLÍTICO DE LA SEMANA

Más recursos para la apuesta de gestión

Por estas horas el Ejecutivo bonaerense trabaja en la definición del proyecto de Presupuesto 2015, el último que se ejecutará en la gestión de Daniel Scioli. Habrá, se dice, un aumento de recursos de casi el 40% para el área de Seguridad.
Esa decisión aparece atada no sólo a una realidad palpable y que se verifica diariamente y con crudeza en la Provincia. El delito sigue mostrando su rostro más cruel: asesinatos, robos y violencia son ya parte de una escenografía cotidiana que atemoriza a los bonaerenses.
Scioli está convencido que si la batalla contra la inseguridad no refleja algunos resultados palpables, sus chances presidenciales quedarán fuertemente dañadas. Ligado a esa suerte, prevé ampliar los recursos a la cartera que conduce Alejandro Granados no sólo para la compra de equipamiento sino también para absorber el gasto que demandará la incorporación de unos 10 mil policías a la Bonaerense y de otros 15 mil agentes que, hacia mediados del año próximo, comenzarán a formar parte de las Policías locales municipales.
Pero el trámite parlamentario para la aprobación del Presupuesto y la Ley Impositiva puede que no sea sencillo. El Ejecutivo necesita recursos frescos para atender aquellas erogaciones y parte de ellos vendrían de un aumento de impuestos.
En la Provincia se trabaja en la definición de un incremento del Inmobiliario que orilla el 30%. “Hace dos años que no se aumenta”, se excusan en el Ejecutivo. Pero no sólo eso: hay en estudio una medida para obligar a ponerse al día a morosos y evasores que puede disparar una fuerte controversia.
Insaurralde, ¿vecinalista?
Mientras tanto, en los últimos días habrían aparecido señales que apuntarían a retomar el diálogo por parte de Martín Insaurralde con funcionarios del gobierno bonaerense.
La que estaría en marcha sería una etapa más del proceso de reacomodamiento en el oficialismo luego de los intensos coqueteos con Sergio Massa y la ambigüedad que lo malquistó con el kirchnerismo.
Tras la decisión de lomense de apoyar la controvertida ley de Abastecimiento -incluso se comenta que habría intentado sin éxito hablar telefónicamente con la presidenta Cristina Kirchner para anticiparle su acompañamiento-, el massismo le bajó el pulgar. Y ahora, Insaurralde estaría trabajando en recomponer el diálogo con el sciolismo, aunque sin plantear apoyos explícitos a la candidatura presidencial del Gobernador.
En paralelo, el declarado aspirante a la Gobernación ya habría dado el paso formal para contar con un partido propio ante la eventualidad de que el kirchnerismo le cierre la puerta y el massismo se la haya clausurado definitivamente. Se comenta en ámbitos políticos que ya tendría a la mano el sello de un partido provincial vecinalista con el que estaría en condiciones de presentarse en soledad.
La jugada, más que una posibilidad, supone un reaseguro: si quedara afuera del armado oficial y sin chances de reabrir conversaciones con el massismo, tendría a la mano la herramienta electoral para, al menos, dar la batalla en soledad.
Fuentes sciolistas admiten que podrían profundizarse algunas líneas de diálogo en los próximos días con el diputado nacional. Pero resisten abrazarse a esa única opción para acompañar a Scioli en la Provincia. Por eso, el propio mandatario no descuida la relación con el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, a quien viene levantando en público como postulante para sucederlo.

Un proyecto tironeado

Por ahora a fuego lento y en medio de algunas posiciones encontradas, sigue el debate subterráneo por el proyecto de autarquía del Poder Judicial. Y si bien no es el único, el principal tema de fricción pasa por los fondos de los que dispondrá la Suprema Corte.
Algunas versiones indican que mientras el alto tribunal pretendería que el porcentaje que se acuerde sea sobre la totalidad de los gastos del Presupuesto, en el Ejecutivo se estaría hablando de montos similares a la totalidad de los recursos.
 Actualmente la Corte tiene un presupuesto que representa un 4,8% del total provincial. Y la idea de la Justicia sería llevarlo al 7%. Se llegaría a ese porcentaje hacia 2019, en forma gradual.
No es el único tironeo en torno de este tema. En la Legislatura, los diputados y senadores del Frente Renovador avisaron a la Corte que no votarán nada que comprometa a la futura gestión bonaerense que esperan encabezar a partir de diciembre de 2015.

Grietas

Finalmente, y luego de varios años de intentos fallidos, la ley que consagra las negociaciones paritarias entre los gremios municipales y las comunas vio la luz en la Cámara de Diputados.
Varios sectores sindicales salieron a festejar una normativa que todavía debe pasar por el Senado pero a la que se le quitó un artículo clave: el que establecía un piso salarial único para las comunas. “Terminó en algo bastante light: ni siquiera quedó establecido que los distritos deberán a empezar a pagar el 3% de antigüedad”, decían en el oficialismo.
Quizás su aspecto más álgido sea el que tiene relación con la planta de personal y que marca que los contratados no podrán superar el 20% del plantel, lo que obligará a varios distritos, en especial del Conurbano, a efectivizar a cientos de trabajadores que pasan años como precarizados.
El tratamiento del expediente dejó expuesta ciertas grietas en el massismo, que llamativamente se limitó en silencio a votar en contra. Y mostró fisuras en una estructura política en la que el verticalismo impuesto desde Tigre hasta ahora no era desafiado.
 “Ahora el muerto le cayó a Mariotto”, suspiraban en algunos despachos de Diputados en lo que se respiraba con alivio el hecho de sacarse de encima un trámite polémico. El tema fue a parar a la Cámara alta donde los municipales irán a la carga en busca de que sea ley.
En el medio, se espera la presión de algunos intendentes que son refractarios al avance del proyecto. La batalla en el Senado, aún no comenzó. 

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