RELACIÓN FINANCIERA ENTRE NACIÓN Y PROVINCIA

Los ingresos por el Fondo Sojero condicionan la obra pública bonaerense

Un alto porcentaje de los gastos de capital se financian con esa caja. Es una parte de las retenciones a la soja que envía la Nación que deben destinarse a infraestructura. Hasta agosto pasado, habían llegado casi 2.300 millones de pesos

El llamado Fondo Federal Solidario (FFS), una caja que se conforma con el 30% de lo que la Nación recauda en concepto de derechos de exportación del poroto de soja y sus derivados, se ha consolidado en los últimos años como uno de los principales componentes de la obra pública provincial.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, durante 2013 los fondos recibidos por este concepto le permitieron financiar el 44% de sus gastos de capital y, según proyecciones privadas, este año equivaldrán a no menos del 29% de todas las erogaciones que se hagan en infraestructura. El dato es un parámetro útil para medir el grado de autonomía provincial –o de dependencia, según cómo se lo mire- respecto del gobierno nacional.
El FFS o Fondo Sojero es un dinero que llega a las provincias por afuera del esquema de coparticipación de impuestos pero su reparto se efectúa según los coeficientes legales que rigen a ésta. Por eso Buenos Aires, la provincia más grande y más poblada del país, es el distrito que recibe más dinero del FFS: entre enero y agosto de este año llegaron a las arcas bonaerenses 2.293 millones de pesos, de un total de 10.809 millones repartidos entre todas las jurisdicciones.

“Que no se corte”

Pero la lógica se invierte si se consideran los montos per cápita que reciben las provincias. Así, mientras que en términos totales Tierra del Fuego resulta ser el distrito que menos dinero percibe del Fondo Sojero, el cálculo individual arroja que es la jurisdicción con el mayor monto por persona: $ 864. En la otra punta, Buenos Aires es la que recibe menos: en lo que va del año, cada bonaerense recibió del FFS sólo $ 145.
Estos datos son parte de un trabajo reciente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) titulado “Que no se corte: Importancia del Fondo Federal Solidario en la obra pública provincial”. El análisis muestra el gasto de capital que lleva adelante cada provincia en relación a una de sus fuentes de fondeo específico, como es el Fondo Federal Solidario.  
Para estimar qué parte de la inversión de cada provincia se financió con el FFS se tomó información del cierre fiscal 2013 y los presupuestos 2014 y se relativizó el gasto en capital anual con los ingresos del FFS.
El FFS fue creado en el año 2009 a través del decreto 206. El objetivo fue aportar recursos a las provincias para destinarlos a financiar obras de infraestructura sanitaria, educativa, hospitalaria, de viviendas y vial. O sea, no debería usarse ese dinero para otra cosa porque tiene lo que se denomina “destino específico”.
El mecanismo de transferencia es automático: diariamente, la Nación gira los importes conforme a los porcentajes que le fija a cada provincia la Ley de Coparticipación de impuestos. Además, rige un sistema automático y obligatorio para que las gobernaciones transfieran parte de ese dinero a todos sus municipios (un monto no inferior al 30% del total de los fondos que recibe, según Resolución de la Secretaría de Hacienda).
Lo dicho: en tiempos en que los presupuestos de las provincias ven achicadas las partidas para obras públicas debido, entre otros puntos, a las dificultades para acceder a créditos para financiarlas, el FFS resulta vital para los gobernadores. Este año, en lo que parece ser una mala noticia para ellos, el Fondo presentó un comportamiento volátil, con niveles bajos de envíos durante los primeros meses, muy fuertes durante el segundo trimestre (esto está relacionado a los períodos de comercialización de la soja), y con una fuerte caída interanual de casi el 25% el pasado agosto.
Siempre según el IARAF, comparando el año pasado con éste se evidencia que en los primeros ocho meses de 2014 los valores del Fondo Sojero se incrementaron un 50,9% interanual. Es mucho, pero significa una desaceleración respecto a años anteriores. La proyección del trabajo analizado dice que, como mínimo, este año la Nación terminará girando a las provincias unos 14.500 millones de pesos en concepto del FFS.
Del conjunto de las provincias, Buenos Aires es la que mayor erogación en gastos de capital (obras públicas) muestra en su presupuesto anual: unos 10.700 millones de pesos. Para tomar noción del volumen de dinero que es, basta mencionar que todo el gasto de capital presupuestado de todas las provincias sumadas asciende a 87.662 millones para este año.
Sin embargo, que se presupuesten las partidas no significa que se ejecuten. De hecho, el trabajo firmado por los economistas Ariel Barraud y Valentina Bulgarelli detalla que al mes de abril de 2014 la provincia gobernada por Daniel Scioli muestra como ejecutados sólo 1.295 millones de pesos de los 10.700 millones presupuestados.
De continuar con ese ritmo, se proyecta que Buenos Aires terminaría ejecutando “sólo” 4.600 millones de pesos de todo lo previsto. Estas cifras sirven para ver la importancia que termina teniendo para la gestión sciolista el dinero que llega por el FFS que, se reitera, hasta el mes pasado sumaba casi 2.300 millones.
A modo de comparación puede decirse que Misiones, con un presupuesto anual en gastos de capital de 6.535 millones de pesos llevaba ejecutados solamente en el primer trimestre del año unos 1.059 millones de pesos, un volumen que la acerca más a los valores previstos.
Hay que decir que si bien Buenos Aires es la provincia que más dinero total presupuesta para obras también es la que menor importancia le da a ese rubro respecto al total de lo que piensa gastar este año. Las partidas destinadas a gasto público de capital representan un 5,9% de todo el presupuesto 2014. En la otra punta, San Luis destina el 51% de sus gastos al mismo ítem. 

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