Como publicó este diario, el intendente massista de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, salió a denunciar el martes pasado presiones desde la Gobernación para que su hermano, el senador Roque Cariglino, se ausentara en la votación de las policías locales.
La ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, salió inmediatamente a desmentir esa posibilidad pero ayer el titular del bloque del FR, Jorge D´Onofrio, insistió en que el jefe comunal había sido tentado a cambio de condonar una deuda que mantiene su distrito. “Ante las dudas y las sombras de corrupción, nos retiramos del recinto”, dijo el legislador.
En otro contexto, el kirchnerista Mario Ishii, quien acudió a la sesión vitoreado por cientos de militantes que ocuparon los palcos del recinto, también denunció haber recibido presiones de medios afines al Gobierno nacional y de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para que cambiara su voto.
En tanto, en el oficialismo salieron a desmentir la acusación por la “compra” de senadores: “Scioli no tiene ni el teléfono. Estas cosas no se hacen, no se puede jugar a la política con este nivel de mentiras”, dijo el senador Alberto De Fazio.
Y agregó: “Esto es una afrenta a esta Cámara y a la política argentina, y esto va a tener que ser reparado con un pedido de disculpas mínimamente”.
En tanto, en el radicalismo salieron a despegarse de los rumores que hablaban de un presunto acuerdo para saldar la deuda millonaria a la que se enfrenta Chascomús: “Ratificamos siempre nuestra posición y así actuamos. Buscamos consensos sobre la base de convicciones, no por dinero. No es lo nuestro cambiar comportamientos por cuestiones económicas”, finalizaron.
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