CUMBRE EN ITUZAINGÓ

Buscan bajar la confrontación en el Frente para la Victoria

Se acordó no “esmerilar” a los candidatos presidenciales y estrechar filas.

Dicen que surgió una suerte de tregua, aunque nadie se atreve a apostar cuánto durará. Pero la idea-fuerza que alumbró del cónclave fue estrechar filas y evitar las críticas internas entre y hacia los candidatos presidenciales. Todo, con la premisa de “no hacerle el juego” al Frente Renovador de Sergio Massa.

Fue en Ituzaingó, en un gimnasio municipal cedido por el intendente Alberto Descalzo. Allí se congregaron antenoche diputados nacionales peronistas y ultra K, intendentes, y dirigentes, funcionarios y legisladores del sciolismo. Y si bien se trató de un encuentro alumbrado bajo el paraguas del peronismo bonaerense y circunscripto a la Primera Sección Electoral, apuntó a transformarse en una reunión tendiente a ordenar a la tropa y bajar los decibeles de las tensiones que en los últimos días tuvieron como protagonistas a sectores ultra K y el gobernador Daniel Scioli.

“Hay que bajar las tensiones entre nosotros” fue el mensaje en el que coincidieron, entre otros, los intendentes Fernando Espinoza, Hugo Curto, Descalzo, el camporista Wado De Pedro, los ministros sciolistas Alejandro Collia, Cristina Alvarez Rodríguez y Eduardo Aparicio, además de otras espadas de Daniel Scioli como el secretario de Servicios Públicos, Franco La Porta y los diputados provinciales Guido Lorenzino y Martín Cosentino, entre otros.


Críticas


Entre mollejas, asado y buen vino, el análisis político no pudo soslayar las críticas que en los últimos días dispararon sectores ultra K sobre la figura de Scioli, corporizadas en Carta Abierta y dirigentes como Luis D’Elía. “No hay que criticar a quienes son nuestros candidatos”, fue la máxima que surgió en la tenida del FpV, con la premisa de que las diferencias se diriman en las Primarias.

“Esmerilar a Scioli es ir contra el proyecto”, fue otra de las frases que se escuchó. Bajar los decibeles de los cruces “y no perjudicarnos entre nosotros”, fue otra de las coincidencias del encuentro.

Uno de los asistentes a la reunión que se desarrolló en el complejo La Torcaza blanqueó una de las inquietudes que derivó en la reunión. “Así como estábamos no se podía seguir. El Frente para la Victoria tiene que dar una imagen de unidad y esto tiene que estar plasmado en lo discursivo, porque la pelea ya es más mediática que territorial”. Y acotó: “Profundizar los enfrentamientos es hacerle el negocio a Massa”.

La reunión fue extensa y hablaron casi todos. Los intendentes, como anticipó este diario, expresaron su preocupación por la situación de sus distritos ante la posibilidad de que desde la Casa Rosada se vuelva a echar mano a las colectoras. “Si hay quien quiere desafiar a los intendentes, que vaya a las Paso. Después, no queremos sorpresas”, dijo uno de los alcaldes. Dicen que hubo asentimiento.


Contención


Otro de los temas que se abordó en el encuentro fue establecer mecanismos de contención frente a las tentaciones que plantea la presencia del Frente Renovador. “Hay compañeros que empiezan a sentir que reciben más mimos del massismo que de nosotros”, graficó otro de los participantes de la reunión.

La idea de estrechar filas también apuntó a defender las gestiones nacional, provincial y locales. “El enemigo está afuera” del FpV, fue la frase que sobrevoló en el cónclave.

En el sciolismo se respiraba cierto aire de alivio tras el resultado del asado de Ituzaingó. “Vinieron muchos dirigentes que responden directamente a la Casa Rosada y si estuvieron es porque alguien les dijo que participaran”, leían. Pero más entusiasmo generaba el hecho del compromiso no escrito de minimizar diferencias y evitar las críticas de las que Scioli fue blanco en los últimos días.

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