Tras duras acusaciones, podría caer el proyecto de policías municipales

Los senadores del Frente Renovador analizan por estas horas qué posición adoptarán frente al proyecto de creación de policías municipales que el oficialismo pretende transformar en ley el próximo lunes en el Senado. Y del resultado de ese debate que se desarrolla en el massismo, depende la suerte de la polémica iniciativa.
Con 20 legisladores propios, el Frente Renovador podría bloquear en la Cámara alta el proyecto que se votó en Diputados, ya que una posible posición contraria a la iniciativa se sumará a la decisión ya adoptada por los cuatro senadores del Frente Amplio Unen de rechazar la conformación de la nueva fuerza de seguridad.
Así, con 24 votos en contra sobre un total de 46 legisladores, quedaría sepultada la creación de la nueva fuerza de prevención local, ya que el oficialismo y algunos aliados anotan 22 voluntades.
Pero en el massismo existe por estas horas un debate interno en torno de los costos y beneficios de adoptar una u otra postura. “Hay senadores que quieren votar en contra porque están convencidos de que lo que va a salir es un mamarracho. Que será una policía con funciones acotadas, que no podrá usar armas cuando no esté en servicio y que no tendrá atribuciones ni para demorar sospechosos”, dicen fuentes del sector.
Sin embargo, un grupo de senadores estaría impulsando dar el debate, aprobar en general la creación de las policías locales y votar en contra de varios artículos que cuestionan con dureza. La cuestión es que, esta posición, permitiría al oficialismo transformar en ley la iniciativa con el voto doble del vicegobernador Gabriel Mariotto.
“Puede pasar cualquier cosa, pero lo va a terminar definiendo Massa”, arriesgaban ayer en el bloque del Frente Renovador donde rara vez se mueve alguna ficha sin el consentimiento del jefe del espacio.

La postura radical

El massismo evalúa además los argumentos que utilizará para explicar por qué, si optara por el rechazo, sus diputados terminaron votando a favor en general del expediente. “Nosotros pedimos cambios porque de otra forma este proyecto es impracticable. Aprobarlo así como está no tiene sentido”, decía uno de los legisladores que se inclina por rechazar la iniciativa.
Por las dudas, y ante la posibilidad de que se genere un escenario que termine freezando el proyecto, los senadores radicales salieron a fijar posición. “Que el Frente para la Victoria y el Frente Renovador solucionen sus peleas internas y se sienten en serio a discutir, sin chicanas, pero sin utilizar nuestra posición pública como elemento de extorsión mutua”, reclamaron Horacio López y Gustavo Di Pietro.
“Nosotros mantenemos nuestra firme convicción de no votar este proyecto, porque filosóficamente no estamos de acuerdo con las policías comunales, y porque entendemos que no es la solución a la problemática de la seguridad. Nuestra postura no va a cambiar, y si ahora coincide con la postura de algún otro bloque que antes acompañaba la iniciativa, y ahora por conveniencia política o por extorsión ha cambiado su posición, eso trasciende a nuestra decisión política, y sería una pena que sea usada como alimento para alguna chicana barata”, agregaron al hacer blanco sobre el massismo.

Incertidumbre

Así, la reanudación de la sesión del jueves prevista para el lunes, aparece rodeada de una fuerte incertidumbre.  El viernes, en tanto, siguieron los cruces de acusaciones. “Hace una semana esta ley fue votada en general por todas las fuerzas políticas y por los 22 diputados del Frente Renovador que sólo hicieron observaciones en dos o tres artículos. Y una semana después a partir de la solicitada del irresponsable intendente de San Isidro cuestionan la ley”, expresó el diputado sciolista Guido Lorenzino. “Están buscando seguir en campaña porque les ha dado resultado hablar de este tema para después, como siempre hace el Frente Renovador, no poner en políticas públicas lo que dice en campaña”, acotó.
En tanto, la senadora massista Malena Baro aseguró que es el oficialismo quien “no quiere” la aprobación de la nueva fuerza. “Con sus intenciones de no modificar la ley, propone que no cumplamos con nuestro rol de legislar, que tratemos la ley tal como está, más allá de sus falencias”, acotó.